Estuvimos dos noches. Excelente ubicación, vistas IMPRESIONANTES. Claro que el hotel es pequeño, como sus habitaciones, baño etc, pero todo muy bien y en su sitio. Tiene un regusto antiguo, muy, muy especial. Ante todo, destacaría la profesionalidad y atención de sus dos recepcionistas...ella, Natalia, es fantástica. Rápida , profesional y muy agradable en el trato a la hora del desayuno. Se puede decir que tiene el don de la ubicuidad compaginando ambas tareas...algo nada fácil....y él también. Muy atentos en todo momento. Fuimos ocho personas y compartimos esta opinión. Volveremos seguro.........
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