La Casa del Tio Americano

En otoño pasamos con mi marido un maravilloso fin de semana en Albarracin y nos alojamos en este pequeño hotel. La estancia de 10, la habitación limpia y la cama comodisima, con una vista increíble desde la terraza. El desayuno riquísimo con productos de la tierra; jamón de Teruel y dulces y pan de una panadería del pueblo. Los dueños encantadores, dándonos muy buenos consejos de qué visitar o donde comer. Nos quedamos encantados con la visita y con el alojamiento.

En el hotel te sientes en casa desde que llegas, todo atenciones y detalles, decorado con gusto,limpio, vistas impresionantes. Es una auténtica maravilla de alojamiento y tanto sus dueños como empleada encantadores .

Las vistas de este hotel son espectaculares. Nuestra habitación era la del frente según entras al hotel con una terraza genial. Nos dieron una botella pequeña de cava como bienvenida. Muy amables. Parking cercano público. Ojo, llevar monedas. Tienes que andar desde allí el hotel ya que no puedes entrar al pueblo con el coche. El desayuno muy sencillo, pero correcto. Con descuentos en algunos restaurantes de la zona.

Toda la experiencia ha sido excelente. Profesionalidad, trato amable y cercano, confortable en cualquier sentido. La habitación que ocupamos es preciosa con una vista excepcional; os aseguro que en pleno agosto se duerme de lujo (17 grados), por lo que sólo hace falta confrontar las ventanas para que el aire de las montañas produzca ese bienestar. Pese a que hay otros hoteles con más estrellas en el centro histórico, dudo mucho que sean algo mejores. Es un refugio encantador, con todo tipo de detalles; .el desayuno se convirtió en un agradable momento de conversación con los dueños, que correspondían con todo tipo de información sobre la zona, rutas, lugares a visitar, etc etc., que agradecimos enormemente. Además de la estancia propiamente dicha y el entorno que rodea al hotel que es precioso, Albarracín en sí es una ciudad para disfrutarla , y no sólo en una ocasión. Hay varios aparcamientos públicos rodeando el casco antiguo y nosotros siempre encontramos sitio en el que no tiene tarifa, que además queda a 3 minutos del hotel. El hotel está perfectamente situado a 3 minutos de la plaza mayor, centro neurálgico de la ciudad. En cualquier esquina encuentras rastro histórico ; aconsejable, eso sí, calzado cómodo...(un día tuve que ponerme sandalias con tacones, y lo pasé fatal hasta que llegamos al coche.) Recomendable sí o sí, una visita guiada . Nosotros la hicimos por la mañana (hora y media). Aparte de que la guía fue super simpática , lo que nos enseñó fue, además de la historia, detalles y anécdotas nada conocidas. Me indica el Tripadvisor que una opinión buenas es aquella que escribe sobre lo bueno, malo y lo aceptable. Me extiendo en lo bueno, buenísimo, porque de lo otro, no hay nada que comentar.

Pernoctamos dos días en junio 2023. Es un hotel que posee 1 estrella, pero no hay que gui**** por esta, no tengo dudas, MERECE LAS TRES cuando menos. Es una casa antigua, como casi todos los hoteles en Albarracín, posee seis habitaciones, dos en planta baja frente a la terraza y jardín. Regentado por Angelines, que junto con su esposo y la recepcionista otorgan amabilidad y servicio sobrados. Sondeé varios hoteles del pueblo y los hay de 1 a 4 estrellas, en este me sorprendió que las tarifas eran superiores a hoteles de mas estrellas, me fié de las opiniones vertidas y sus muy favorables puntuaciones. Acerté de pleno, por varios motivos. Las habitaciones, los baños, el mobiliario, la ropa de cama, los utensilios, la nevera en habitación, el pequeño comedor con su cafetera y calentador para café o infusiones, gratuítos y a cualquier hora del día o noche, la excelente terraza-jardín con vistas espectaculares, poder desayunar o tamar algo en las mesas dispuestas con esas vistas, la amabilidad de sus gestoras. La tarifa puede sorprender, 100 euros por día, pero por todo lo que ofrecen y su mobiliario está al nivel de un hotel de muchas mas estrellas. Desayuno muy aceptable, con café muy bueno hecho al momento, embutidos, bollería, fruta, yogures, tostadas con buena meremelada....mas que suficiente, quizás falte en el mismo algo caliente, como algún revuelto o huevos, pero con lo ofrecido es mas que suficiente. Este desayuno en la terraza, si el tiempo lo permite, es de lo mejor que posee, gran placer Ubicación: En la calle Palacios 9, a tres minutos de la Plaza Mayor, centro neuralgico del pueblo y todos los servicios, restaurantes.... Un inconveniente, al pueblo solo tienen acceso los coches de los residentes, y no todos, los foráneos lo tienen restringido totalmente. Por lo cual, hay que estacionar en los parking habilitados en las afueras, dispone de varios, la mayoría regulado pero con el pago de 3,50 euros por día, otros libres. Supone que hay que llevar las maletas hasta el hotel a mano, en este caso, estacionando en la entrada de la calle Palacios tenemos 200 metros, es de los mejores puesto que hay otros que pueden ser los 500 metros. No es culpa del hotel, todos lo padecen, aunque el fin es preservar el pueblo de trasiego de tráfico. Tendría que ser el ayuntamiento quien ponga la solución, un transporte, microbús, desde los diferentes estacionamientos para traslado de la gente a cada hotel, por ejemplo cada hora hacer un recorrido y facilitar a los visitantes ese traslado. Hay dos en la parte baja, regulados, otro en la zona del cementerio y este de la calle Palacios, para llegar desde la parte baja hay que pasar el túnel existente, a 200 metros meterse en una carretera a la derecha y subir hasta arriba, a mi me indicaron mal y aparecí en la otra punta del pueblo, un problema, pero solucionado. De lo que no tengo duda es que Albarracín es uno de los pueblos mas bonitos de Espàña, imprescindible visitarlo, ha preservado sus calle, v

Estuvimos alojados 2 noches en mayo y todo perfecto, la habitación co vistas, muy acogedora y cuidada al mínimo detalle, a resaltar la cama,..muy comoda y con nevera donde sin dispusimos de bebidas sin coste adicional, cosa no habitual en otros establecimientos, el desayuno espectacular y sobre todo la atención que recibimos. Para repetir