Hotel-Resort para disfrutar. Instalaciones espectaculares y muy bien cuidadas. Fenomenal trato de todo el personal, tanto en recepción como en el lobby y comedores, hacen todo lo posible para que te encuentres a gusto. Habitación amplia y cómoda, muy tranquila. Las piscinas y jardines son una gozada. A mí, que soy bastante inquieto, la ubicación no me agradó, pues debes coger el coche para ir a Altea (aunque llegas en cinco minutos, pero ya debes conducir) ya que caminando son unos 30-40 minutos y gran parte de ellos por la nacional. Si hubiera un paseo por la playa, casi casi, ya que sería una agradable caminata. Hay transporte urbano o taxi, es una alternativa, claro está. El desayuno bastante bueno, pero el bufet de medio día o cena me parecieron más flojos, es posible que fuera por estar en temporada baja, con menos ocupación. Ojo , no digo que estuvieran mal, pero posiblemente mi expectativa era otra. Si lo que se quiere es descansar y disfrutar del hotel, es muy recomendable.
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