Emplaza en la bahía Matavai, salida directa a la playa La Fayette, exótica playa de arena negra volcánica: es una experiencia tan exótica y tan auténticamente polinesia, que la recomiendo mil veces. Siempre me han interesado las experiencias de viajes comprometidas con el valor cultural y patrimonial de los sitios que visito, este hotel es un caso perfecto de puesta en valor de todo ello: su compromiso con los artesanos locales, la puesta en valor de esta mítica playa donde está emplazado el hotel, la calidad de atención, personal del hotel que habla tu idioma, su calidez y atención a todos los detalles. Su área de piscina y vistas únicas desde su confitería y restaurante al atardecer, sus shows de danzas polinesias y la oportunidad a diario de traslad**** gratis al centro de Papeete, son puntos sobresalientes de este alojamiento. Volvería siempre que visite Tahiti sin dudarlo.
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