Como siempre que puedo, me hospedo en Paradores, y casi siempre muy bien. Soy Amigo de Paradores, desde hace muchos años. En este caso, solo un pero, en cuanto a su restaurante. Hemos pedido fritura, y el cazón tiraba para atrás por su olor a amoníaco. Tras no comerlo y advertirlo a nuestra camarera, la reacción fue ... ¡ninguna!. Es un poco lamentable, que te sirvan algo así, pero todavía más, que después de indicarlo, nadie te de la menor explicación o disculpa. Una verdadera pena. En lo demás, la ubicación, la habitación y en general el Parador, estupendo. Volvería, pero solo para alojarme.
Translate