O Cruceiro

Una estancia maravillosa en todos los aspectos, Javier es un anfitrión excelente, cualquier duda e información de la zona os la dará detalladamente, el desayuno muy rico, la habitación perfecta, tranquilidad y descanso, la casa es una maravilla con muchos detalles y con mucho gusto. ¡¡Muchas gracias por todo!!

Como viajero que ha recorrido medio mundo, llegar a un alojamiento, que la hora del check-in sea las 16:00h y que la habitación no esté preparada hasta las 16:30h es molesto; que el baño tenga una humedad grande en el techo, es molesto; que el desayuno no sea buffet y tienda a ser escaso, es molesto; pero que lleguemos a las 21:00h del segundo día, después de una jornada agotadora y que nadie haya entrado a hacer la habitación, eso es inaceptable. Tras considerar si escribir o no esta reseña, decido hacerlo de manera constructiva, porque el propietario fue amable y el lugar tiene posibilidades. No se puede tener ese rango de precios y dar un servicio tan mediocre, es inexcusable e inaceptable.

Hemos pasado seis noches en O Cruceiro, una casa rural de una aldea de Boiro que se llama Comoxo. Desde el primer momento, el dueño te hace sentir como en casa. Hace de guía turístico de la zona, explicándote con detalle sobre plano los lugares que puedes visitar. Él se encarga de servirte el desayuno, muy completo, que incluye bizcocho y magdalenas caseras. Es muy amable y cercano, hasta nos llevó a visitar un molino que los vecinos han restaurado, una poza donde se bañaba de pequeño de un río precioso que pasa junto al pueblo, visitamos su huerto donde cuida con esmero de una gran variedad de plantas y árboles de donde recolecta frutas ecológicas para hacer unas mermeladas caseras espectaculares (la de pesegos, extraordinaria. Yo prefería una de limón y jengibre, no os la perdáis), La habitación está bien, limpia y acogedora. Dispone de aparcamiento, una terraza donde poder descansar al fresquito de la tarde y es un sitio ideal si buscáis tranquilidad y algo distinto al típico hotel. Está en un lugar estratégico desde el que puedes visitar las Rías Baixas, Santiago.... Totalmente recomendable. Volveremos, porque Javier no nos perdona que no hayamos visitado un lugar que nos recomendó: el Castro de Baroña, jajajaj..