Nos quedamos solo una noche para conocer la ciudad de Bratislava. La ubicación es excelente, mejor imposible. El barco es antiguo pero confortable, no se nota nada el movimiento. A 5 mins caminando de la parada del bus con origen en Viena y a 20 minutos de la estación central de autobuses, y al lado de todos los monumentos a visitar. La habitación era más grande de lo que me esperaba. No tiene aire acondicionado, pero tiene un ventilador bastante potente. Nos tocó una habitación en el sótano pero con muy buenas vistas del Danubio. Como punto a destacar el desayuno, bastante variedad para ser un barco "pequeño" y los huevos revueltos excelentes.
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