Hotel Nontue Abasto Buenos Aires

Falto jabón y tuallas

Muy buena experiencia, lo recomiendo. Excelente ubicación, cerca del abasto shopping a 20 metros, y cerca de la estación de subterráneo línea b para moverse por la capital. Las habitaciones limpias, abundante el desayuno y buena comida. Ambiente familiar y muy cómodo. Volveré.

La verdad horrible la atencion un desastre .nunca limpiaban las habitaciones .al hacer varios reclamosniban a la noche .no llevaban toallas ni elementos de limpieza .la verdad uno de los peores hoteles que conoci .no vallan.

El Hotel es lindo, cerca del subte , de once y del shopping del abasto donde hay un gran patio de comidas. El inconveniente es que se escuchan mucho los ruidos de las otras habitaciones, se escuchan las puertas que siempre se están golpeando, por el tipo de cerradura, es fuerte el sonido de la gente que habla en los pasillos e incluso se escucha cuando cuando abren las canillas. No se puede descansar muy bien hasta bien entrada la noche cuando toda la gente este durmiendo.

He ido en otras oportunidades y muy bien atendido . Regreso la próxima semana al hotel . Bien, no ha mejorado mucho pero la ubicación es muy buena ,a metros del shopping Abasto y subte en la puerta. No está mal en relación precio producto.

Voy a ser muy específica, para evitarle el garrón a quien me lea. Estuvimos alojados del 4 al 7 de noviembre, en dos habitaciones dobles, por un valor de $ 16.900 la noche cada habitación. La relación precio calidad no existe directamente; las habitaciones son muy antiguas, el mobiliario también, se nota que no se hace mantenimiento. La habitación tenía ventilador, que en nuestro caso no funcionaba, y un aire acondicionado de la época de Perón me imagino (había que pedir que lo enciendan y lo apaguen en recepción). El colchón de muy mala calidad, se sentían los resortes y los hundimientos en ambos lados. La ropa blanca desgastada, áspera, de blanco no tenía nada. Almohadas incómodas. Los amenities de baja calidad, te entregan un sobre de shampoo y acondicionador dúo. En la habitación había solo 2 enchufes, uno inutilizable, por lo que pedí que lo arreglaran. Entraron a la habitación, lo arreglaron, y dejaron la basura en el piso y mesada del baño. Acá viene lo peor: no realizaron la limpieza ningún día de los que estuvimos. Tuvimos que pedir en recepción que repusieran por lo menos papel y jabón. Cabe destacar que la limpieza de la habitación apenas entramos no estaba bien hecha, había detalles en el baño, en el armario, y cajones. Solicité mínimamente un descuento de la burrada de plata que estaba pagando por un servicio deplorable, y la recepcionista no pudo ni pedir disculpas. No hubiese tenido problemas en pagar lo pactado, si el servicio se hubiese prestado de manera adecuada, pero no sucedió. Si pagas en efectivo te hacen la tarifa sin IVA, y sin factura (en *****, claro) Me dijeron que se iban a contactar conmigo, imagino para al menos disculp****, y no lo hicieron. Para quienes se preguntan cómo terminé en este lugar, fui en una época de alta demanda en Buenos Aires, y fue la opción que nos quedaba. Sé de conocidos que se quedaron en Puerto Madero, por la misma plata, en hoteles nuevos y súper completos. Por lo que la recomendación es que busquen con anticipación, hay muchísimas opciones más adecuadas. Por mi vivencia puedo deducir que a la gerencia del hotel no le interesa la experiencia del usuario, y tampoco las malas reseñas, pero espero poder ayudar a quienes están buscando alojamiento. Lo positivo: el desayuno, y hasta ahí no más. Mesas sucias en cualquier horario que ibas, faltaba reponer cosas, y la chica no daba a basto. El conserje de la noche buena onda. Ubicado al lado de la entrada al subte, y del shopping Abasto.

Las habitaciones están bien, pero lo más importante es la honestidad del personal ya que dejamos olvidado un objeto de mucho valor y al llamar 12 hs después nos dijeron que pasáramos a buscarlo. Un gesto muy noble en los días que corren.

patético. la atención fue de las peores que me han dado, mal trato por parte de todo el personal, el precio no fue el pactado, la puerta del baño no cerraba, no habían siquiera toallas. sumado a que desapareció un blister con pastillas, y nunca pude hablar con ningún encargado, el único consuelo que tuve fue "es que buenos aires está muy lleno". cabe también aclarar que el desayuno son dos facturas que tampoco reponen. no volvería, ni se lo recomendaría a mis enemigos.