No merece las cuatro estrellas que tiene. La habitación es amplia y los colchones están bien, lo único bueno con la ubicación, las vistas y la amabilidad del personal. Fuimos en Semana Santa y las camas estaban vestidas solo con una sábana y una colcha, teníamos una manta para las dos camas que compartimos porque hacía frío, podíamos haber pedido otra, pero nos apañamos así. El armario estaba sucio, con restos de migas en un cajón y frutos secos en otra zona, nos quejamos en recepción y subieron a limpiarlo, poniendo como excusa que había una chica nueva para la limpieza. La ventana del baño no cerraba bien, hacía frío para duch****. Los cristales de la ventana y la terraza estaban sin limpiar, las cortinas “cosidas” con esparadrapo y no muy limpias. La señal wifi no llegaba a la habitación. El suelo del baño de nuestros hijos estaba sucio, los cristales y las cortinas igual que las nuestras, la señal wifi tampoco llegaba a la habitación y las sábanas “tenían manchas que no salen”. Por supuesto nos quejamos y al día siguiente se supone que nos limpiaron a fondo las dos habitaciones. Contratamos el desayuno, 10€ por persona, por ese precio nos pareció muy escaso. En fin, nada recomendable.
Translate