Hospedium Hotel Don Jose

Las habitación y el baño muy amplios, el colchón cómodo aunque me gusta encontrar alguna almohada más. Hay pocos enchufes.

Nos reunimos unos amigos con nuestras parejas para pasar un rato agradable juntos y se nos ocurre visitar el restaurante Don José con el propósito de cenar en un ambiente relajado con apenas unas mesas ocupadas en el propio restaurante. Nos preparan la mesa y nos sentamos con ganas de pasar un buen rato mientras cenamos, en eso que nos ponen unos platos bien presentados de jamón con queso pero sin cubiertos ni servilletas. Empezamos a picar con las manos a su vez que solicitamos en 5 diferentes ocasiones unas servilletas para que al menos podamos limpiarnos los dedos mientras picamos, viendo que no nos hace caso el camarero y viendo que los niños se estaban limpiando las manos en sus pantalones, volvemos ha incidir en las servilletas por 6 vez y de la única manera que sabemos nosotros comunicar, con respeto y amabilidad. Muy ha nuestro pesar recibimos una contestación muy ácida de muy mala manera del empleado "¿No ve que estoy preparando la mesa?", a ésta contestación y ver la expresión de enfado decidimos no contestar y ser una vez más condescendientes asumiendo que el camarero tendría un mal día para convertirnos en su saco de boxeo y dejar su furia en nosotros. Saliendo de nuestro asombro terminamos de cenar viendo que más tarde nos atiende otro camarero muy agradable en el servicio con verdadera vocación a su profesión. Me reservo mi propia opinión de lo que haría personalmente con ese empleado tan desagradable en la atención al público porque con esa manera de interactuar con los clientes da hasta miedo pedir una cerveza o unas croquetas, no sea que se enfade.