Primero con lo que no me gustó, la habitación que me dieron no tiene ventana, más la que está en el baño. El cuarto queda en completa oscuridad al cerrar la puerta. Por poco pensé que aún era de noche en el momento que desperté, cuando ya eran las ocho de la mañana. Una ventana estaría bien para que se ventile un poco con el aire de afuera y tener vista del paisaje.
Otro detalle, hay muchos bichos. No había lugar en mi cuarto para colgar mi abrigo, y lo tuve que poner sobre mi mochila en un mueble. Vi que habían unas 20 - 30 termitas, o lo que hayan sido, trep**** sobre mi abrigo, hasta que lo sacudí bien y lo puse en la cama para que no ocurriera de nuevo.
La comida no tiene tanto sabor. Pedí unos molletes salados con chorizo, y aún con las salsas "picantes" no mejoraron.
Ahora con lo bueno, el servicio al cliente sí fue aceptable. No tuve inconveniente con cualquiera de los empleados y fueron amables. Me gustó la vista al río, el control de temperatura para el agua de regadera es excelente, y el aire acondicionado. La cama fue cómoda.
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