Hotel lleno de encanto, muy céntrico para poder ir caminando a todos los sitios que queríamos visitar. La habitación y el baño muy bonito y muy limpio. Lisa y Jose, los dueños, junto con el resto del personal, Elena, María, con su trato tan familiar y profesional, hicieron que nuestra estancia fuera inolvidable. Pudimos disfrutar de los desayunos caseros muy ricos y de una cena degustación elaborada por un conocido chef de Córdoba, que tuvimos el placer de degustar en compañía de otros clientes/amigos asiduos del local. Fue un regalo de nuestra familia por nuestro aniversario de bodas y no pudo ser más acertada. Si vas a Córdoba no hay mejor sitio donde aloj****.
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