Guest User
June 24, 2022
Fuimos a este hotel de domingo a viernes, atraídos por los buenos comentarios en general y por un precio bueno. Aquí va mi valoración. Cosas buenas: la ubicación, está muy cerca de las pistas. Cosas malas o no tan buenas: Las habitaciones no están mal, pero las paredes parecen de papel. Se oye todo lo que ocurre en la habitación de al lado. El guarda esquís es una habitación sin llave y sin taquillas, todo a mogollón. Si tienes un equipo medio decente, no creo que te arriesgues a dejarlo allí, y en el hotel te ponen pegas por subirlo a la habitación, que fue lo que hicimos nosotros. El hotel es como un bloque de pisos sin planta baja, todo en vertical, y lo más importante es que no tiene un salón social donde poder hacer vida social, charlar o jugar a algo después de cenar, algo que yo valoro mucho en este tipo de viajes. Los desayunos y cenas se dan en el restaurante (público) que hay abajo. Al ser un restaurante público, te ponen un horario de cenas muy temprano para que no les quites clientes de fuera ocupando las mesas. Por otro lado, la mesa hay que dejarla rápido si tienen clientes de fuera esperando (hay pocas mesas). El hotel debe tener un contrato bastante mísero con el restaurante a juzgar por la comida que dan. Los desayunos son super básicos y escasos. No se te ocurra pedirles si te pueden hacer una tortilla o algo especial porque se reirán de ti. Las cenas, son el mismo menú durante los días que estés, no cambia nunca. Tienes unos cuantos platos a escoger de primero y segundo muy limitados. Además, la bebida es aparte. El tercer día ya no sabía que pedir. Las raciones para los huéspedes del hotel son aproximadamente la mitad que si vienes de fuera. Es decir, un plato de pollo que viene en el menú, contiene un muslito de pollo anoréxico si eres huésped, y dos o tres muslos si entras de la calle. Imagino que eso tiene que ver con el precio acordado entre el restaurante y el hotel. Con las pizzas pasa lo mismo, son mini pizzas para los huéspedes del hotel (la cara de tonto que se te queda cuando la mesa de al lado pide lo mismo que tú y su ración es doble que la tuya….). Te sientes ciudadano de segunda clase. A esto hay que sumarle que las camareras son chicas jóvenes sin ningún tipo de experiencia aparentemente, ni interés por aprender. Da la impresión que están allí para sacarse unos euros, pero no les preocupa lo más mínimo el hacerlo bien. Falta profesionalidad por los cuatro costados. Además, el menú es cuadriculado. Si pides por ejemplo que no te pongan cebolla en una ensalada, tras estar trasteando un rato en la tablet de comandas, te dicen que es imposible, que viene con ensalada. Conclusión: si vas a esquiar y lo demás te da igual, puede ser tu hotel. Si valoras el post esquí y quieres pasar una estancia agradable, no lo recomiendo. En mi caso, el próximo año pagaré 100 € más e iré a un hotel en condiciones. Como último detalle, comentar que a los clientes de fuera del hotel, les dejaban siempre una botella con un licor c
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