Guest User
October 18, 2021
Porque lo prometido es deuda, volvemos a La Desmera después de 4 meses. La vez anterior embarazadísima y esta vez con nuestra bebé de 2 meses (cumplemes allí ¡Que mejor regalo con los baños de jacuzzi que se ha dado jaja) y nuestro pequeño de 5 años. Volvíamos con la tranquilidad y la seguridad de saber que íbamos a estar maravillosamente bien y la ilusión de volver a ver a Inma y de que conociese a nuestra princesa en persona. Nuestras expectativas se han cumplido, han sido unos días mágicos y una estancia preciosa, otra para el recuerdo. Cuando viajas con un bebé, a veces puede resultar complicado y tener esa confianza que te brinda el buen hacer de Inma, su cercanía, cariño... lo hacen mucho más sencillo. Tener esa seguridad de antemano de que vas a su casa y desde la primera vez que llegas, ya la sientes como tuya, por esa calidad humana que tiene Inma y lo que ella misma valora los ratos en familia, eso es oro. Nuestro pequeño la quiere con locura y ¿cómo para no? Desde que llegamos hasta que nos vamos, la busca por la casa para hacerla partícipe de lo bien que se lo está pasando y ella... ¡Le escucha y le trata con tanto mimo y cariño! Mil gracias de corazón Inma porque eso no tiene precio. El detallazo q tuviste para nuestros pequeños ¡Vaya ilusión! Y cada uno de los pequeños detalles de cada estancia allí ¡te hacen tan grande! Ya sabes que volveremos porque hemos encontrado en La Desmera y en tí, nuestro rinconcito de paz para disfrutar en familia y para seguir sumando recuerdos juntos a tu lado porque para nosotros ya eres muy especial, formas parte de esos preciosos recuerdos. ¡Hasta pronto! Miguel, Hodei, Izadi y Vanesa
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