Hotel Rural Robles

Un hotelito rural muy agradable. Habitaciones amplias, calentita con cama muy cómoda. Todo estaba muy limpio que es un punto muy importante. Hubo un problema con Booking donde no reflejaron la cuna del bebé, pero sin ningún problema ni cargo adicional la instalaron al momento. Desayuno suficiente, con café (mejorable) zumo natural, tostada de pan de verdad, y bollos. Si se quiere se puede repetir. Anfitriones muy amables y atentos. Nos trataron muy bien, fuimos con un bebé de 3 meses y todo fue amabilidad y atención. Cenamos en el restaurante y estaba todo bueno. Patatas naturales. La chica que nos atendió fue una rubita, muy amable también, como el resto de personal. Un sitio donde hosped**** sin duda alguna. Volveremos!

Comida escasa y cara, baja calidad y servicio lento. El menú era muy elemental, sin elaboración y con raciones desiguales entre carne y pescado. (1 rodaja de pescado de 1 cm). Albóndigas simples, cinta de lomo a la plancha, merluza frita… nada que ver con las fotos de presentación. Se sirve a 12 comensales con una diferencia de tiempo entre unos y otros de más de 15 min. Fatal!!

Mi estancia en los robles a sido espectacular en todos los sentidos.El sitio , el entorno , la comida , la limpieza y el trato familiar de los dueños que me han hecho sentir muy bien. Sin dudarlo el día que vuelva a la zona me volveré a hospedar allí.

Precios muy económicos Piscinas naturales asu alrededor Todos los alrededores tienen mucha vegetación y agua. Te desplazas a todos los pueblos con facilidad. Su encanto está en lo tranquilo que estás en las zonas. Las gargantas tienen el agua cristalina y limpia. El baño se hace relajante.

Entorno maravilloso, fácil acceso.El hotel muy bonito, pero sin duda lo que lo hace insuperable es toda su plantilla, J.Luis,Carmen, su hijo y todos hacen la estancia lo mas agradable y placentera posible.La limpieza, su cocina y amabilidad inmejorable.

Me ha encantado el trato cercano y profesional de Carmen, Jose Luis y su hijo, quienes regentan el negocio. El hotel precioso y bien situado. Muy limpio y buen precio. Su cocina elaborada excelente. 💯x💯. Gracias por todo chicos, hasta la vuelta.

Gran trato del personal del restaurante en especial de las camareras , siendo rápidas eficaces y resolutivas. Con respecto a la comida, los entrantes me parecieron de gran calidad pero por poner un pero la ración de calamares es escasa para su precio. Finalmente , tanto el entrecot como el solomillo y la tarta de queso estaban riquísimos.

Como restaurante deja mucho que desear. La carta es escasa y los platos no son dignos de mención, muy normalitos. Esperaba algo más por las recomendaciones.Lo peor, el trato en cuanto a una mala asistencia en mesa y sensación de pasotismo en todo momento, por parte del personal. No sé si siendo cliente del hotel hubiese sido tratada de forma diferente . Y en la cuenta ,al final, nos cobraban de más. Un desastre todo. No volvería más.

Fuimos sólo a cenar por el aspecto de la terraza y porque, normalmente, cuando hay mucha gente siempre, suele ser que está bien. Pues no merece la pena, solo es apariencia. La terraza es muy agradable, aunque si hay tráfico, y te toca una mesa cerca de la carretera, hay ruido. Tiene 2 zonas, una techada y otra en el césped. Dentro, es muy lúgubre. Una barra poco iluminada, con una tv a todo trapo que le quita todo el encanto. La cena consistió en: Bacalao Dorao, en el que confiábamos mucho ya que lo ponen en casi todos los sitios de la zona: corriente y moliente. Patatas revolconas: normalitas. Parrillada de verduras: corta en cantidad y en variedad de verduras Migas extremeñas: Pasables El servicio, rápido, pero no muy agradable. Se veían desbordados, y no le debía quedar tiempo para alguna recomendación o sonrisa... Pare ellos hacen. No creo que volvamos