Guest User
February 10, 2024
Estuvimos en pareja en el puente de diciembre con la idea de relajarnos, disfrutar de la gastronomía y recorrer Asturias. Tengo que decir que se cumplieron sobradamente nuestras expectativas en todos esos aspectos y mucho más. En cuanto al hotel, decir que es muy bonito, tranquilo, muy limpio y con todos los servicios que uno pueda necesitar en su estancia. ¿Del Centro Termal qué decir? pues que tiene absolutamente de todo: baño turco, sauna, piscinas exterior climatizada (que provoca una sensación muy placentera el hecho de estar a 5º-6ºC en el exterior y sumergido en una piscina a 25º-30ºC) una piscina interior climatizada grandiosa, chorros de presión de todo tipo, jacuzzis individuales, camas calientes... absolutamente de todo, no se hecha nada en falta. No puedo decir otra cosa que hicimos uso y disfrutamos de absolutamente todos lo que ofrecía. En cuanto a la gastronomía y el servicio, solo puedo decir que la comida fue deliciosa: abundante, de presentación exquisita, bien condimentada y con un servicio exquisito y atento. Tanto en uno como en otro apartado se nota la mano del chef Raúl Galán y el maître Javier Yuste, que hacen una labor encomiable dirigiendo unos equipos que hacen que tu estancia sea lo más cómoda y placentera posible. Son un lujo para cualquier compañía. Por la noche tomando alguna copa en el Bar, donde Vanessa es la anfitriona perfecta: trato amable, conversación agradable, simpatía a raudales... un lujo poder compartir esos momentos. Mención aparte para Fernando Sánchez y Manuel del Salto, director y subdirector del complejo termal, que son los encargados de hacer que los distintos departamentos funcionen como un todo, que nada falte, que los huéspedes se sientan como en casa. Su amabilidad y buen trato es la seña de identidad y una constante durante toda la estancia y consiguieron, entre todos, precisamente eso, que nos sintiéramos como en casa. Tanto es así que "amenazamos" seriamente con volver este año.
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