Complejo Rural Agoga de Las Médulas

Muy buena comida, casera y preparada con muy buen gusto. El servicio muy bien, aunque a veces cuando nos juntamos mucha gente a la vez para comer parece que todos perdemos la paciencia ( hablo de los clientes..) una paciencia que si tienen los dueños, que son encantadores.

Hemos ido para comer, menú de 18€/persona. Bien sin más. Sopa de berzas, huevos fritos con patatas, lacón con pimientos, ensaladilla. Postres algunos muy bien, mermelada de manzana reineta con queso, y con arándanos arándanos. Vino, cervezas y cafés. Servicio rápido.

Muy bien hecho el botillo con las cantidades adecuadas y opción de reperir. Ni digamos del pudin de castañas .Que lo tienen todo el año. Seguramente volveremos. Las Medulas se pueden visitar a o cualquier epoca del año. El botillo del Bierzo merece la pena comerlo

Estuvimos a finales de Junio ´22, en unos días un poco revueltos y con borrasca por lo que el tiempo no acompañó y hacía fresco. La estancia estaba fría y no disponía de métodos de calefacción. No nos ofrecieron encender la chimenea y tuvimos pedir varias veces un aparato para calentar la estancia. Coincidió con el cierre de la calefacción en el complejo y la dueña comentó que no iba a llamar de nuevo al fontanero para cambiarlo. No teníamos cafetera y tuvieron que traer una de otro apartamento. Nada más llegar tuvimos la visita de un ratón en la estancia.( Tengo fotos de cagadas de ratón en el sofá). Tampoco llegaba el wifi ni tenía abierto el restaurante Aún así estuvimos tres noches pero al cuarto día, sin soluciones por parte de la dueña, abandonamos las vacaciones. Una pena.

tiene buena infraestructura, lindas habitaciones y cafetería, bar y restaurant en la planta baja con lindas terrazas exteriores. Inmejorablemente ubicado para visitar las Médulas, a un paso de todo lo importante

La cabaña vista desde fuera es muy bonita. Dentro es una habitación con baño y chimenea ( aunque “está encendida porque reservamos tarde y había que calentar la habitación, pero ahora ya no es tiempo de encenderla “... así que leña para el momento) y la cocina está “anexa”, es decir que aunque haga frío tienes que salir de la cabaña para ir a la cocina a hacer desayuno o comida, porque ya me dijo que “ a la gente de los apartamentos ya no les ofrecía desayuno incluido porque tienen opción a cocinar”, eso si, el menaje para cocinar era justo, justo. El filtro de la cafetera era de otra mayor y no valía, para tostar pan había una especie de sartén , de n fin. La wifi no funcionaba y la respuesta fue “tengo dos routter, muévete, sal afuera , etc”, y al día siguiente lo mismo, por mucho que yo insistía no se molestó en pensar que decía la verdad, enfadada ya le dije que viniera a comprobarlo a la habitación, pero nada... “hay 30 personas a su alrededor y a todos le funciona”, por supuesto que lo comprobé cuando pasó el de la cabaña de arriba y efectivamente NO LE FUNCIONABA...luego este chico me dijo que delante de él había llamado a la operadora y había una incidencia. En la cocina hacía frío, contestación: “que esperaba si el radiador estaba apagado”... no sé pero creo que los encargados de tener las cosas a punto son ellos...Total que íbamos a pasar dos días y marchamos al día siguiente a Molinaseca donde nos atendieron de maravilla y a nuestras mascotas más, la habitación estaba caliente limpia y muy amplia. No volveremos ahí en la vida. Son muy desagradables

Hemos estado este fin de semana conociendo y disfrutando de Las Médulas donde se hacen sendas del Oro, se descubren los paisajes que nos dejaron los romanos, donde se funde la acción del hombre y la naturaleza… un lugar original, misterioso y mágico. Nos alojamos en el Complejo Agoga y concretamente en el apartamento Petrus Cubiculum. El apartamento está genial. Es nuevo, moderno, con vistas a las Médulas, baño totalmente equipado, con un salón –comedor y una habitación. La calefacción de suelo radiante que como era febrero lo agradecimos. Además hay aparcamiento privado que es un plus porque el pueblo tiene sus limitaciones para dejar los coches dentro . Este complejo tiene servicio de restaurante donde hemos desayunado y cenados dos días. La comida es casera, con productos de la tierra bien tratados. Todo riquísimo. Desde aquí damos las gracias a Fina por su simpatía, amabilidad y por todos sus consejos para hacernos un fin de semana irrepetible.