Hotel Rural Spa & Wellness Hacienda Los Robles

Maravillosa experiencia como siempre, gracias por hacernos una estancia maravillosa. Trato de +10, las instalaciones muy bien cuidadas, comida exquisita y el Spa toda una experiencia. Volveremos sin ninguna duda, hay que disfrutar de esa preciosa piscina

Ubicación perfecta, entorno muy agradable. Habitaciones buenas, limpias con buenos balcones. La recepcionista de la mañana de hoy 1 de mayo, bastante desagradable y con actitud desafiante al hacerle un comentario negativo por no darnos la información correcta a cerca de desayuno, puso en duda que su compañera de la noche no lo hizo, "voy a preguntarle" ha dicho. También comenta que la información esta en un tablón,  tablón lleno de papeles. Tampoco en Booking informa de la reserva de desayuno, sólo dice disponible por 10,00€. Lo que más me ha motivado a esta valoración es la MALA ACTITUD DE LA RECEPCIONISTA.  No iba ni a mencionar lo mucho que deja que desear la bañera/ducha, pero una bañera con cortina de plástico deja mucho que desear. En fin, como todos los comentarios en eso se queda. Una disculpa por la no información dada en en hotel hubiera sido suficiente, muchas cosas se pasan por alto ante la amabilidad y el buen saber estar.

Estuvimos alojados una noche en este hotel y spa de Navacerrada. La atención de su personal es excepcional, tanto en recepción como en la zona de comedor y cafetería. Las habitaciones tal vez un tanto austeras y las camas demasiado pequeñas para la gente más alta. El desayuno buffet, fantástico. El spa, aunque no lo utilizamos, fueron tan amables de enseñarnos las instalaciones, y pensamos volver a utilizarlo en alguna ocasión. El hotel está situado en una zona muy tranquila del pueblo, y a apenas 10 minutos del centro. Navacerrada siempre merece una visita. Lo recomiendo

Mi estancia ha sido maravillosa. En Recepción Andrea, Menchu, Emily, Sandra y Mónica solucionan todo y además, con una sonrisa. María y María de la Fe en el restaurante, rápidas y amabilísimas. María de la Fe me trajo una mini cubitera especial para el Benjamín de Cava, y María me recomendó un rico café. Estos son los pequeños detalles que hacen que la vida sea grande. Felicito también a Cocina: buena comida y estupendo el desayuno. El pan de maíz, ¡un acierto! Nacho es adorable. Mi habitación siempre estaba limpia y recogida. En el Spa, Esperanza y Patricia están pendientes y muy atentas. Y Vanessa, la masajista, es una joya. El Spa es acogedor, ideal. Solo puedo recomendar este hotel. La calidad humana genera, a fin de cuentas, las emociones que perduran y dejan huella. Muchas gracias a todas las personas que me trataron con tanto cariño.

uno spa a la hacienda de los robles....siempre viene bien y merece la pena. cuesta un poco caro pero tambien es verdad que por mantenerlo tan bien como lo hacen no es barato. me encanta la piscina, y la ducha aromatica.

Hemos pasado un fin de semana estupendo en este hotel. La atención ha sido exquisita, todos en general, la recepcionista, los camareros, el personal de limpieza, la gente del spa. ..Marife encantadora y muy servicial. Muy limpio , la comida muy buena y las instalaciones buenas y en consonancia con la categoría del hotel. Repetiremos.

Las habitaciones estaban bien, pero necesitaban una buena mano de trabajo. El lugar, muy bien. Cenamos y desayunamos en el hotel. Las comidas son de mediana calidad. Un precio muy elevado para la calidad que ofrecen.

La peor experiencia que hemos tenido en años. No lo recomiendo para nada. Compramos un pack "experiencia romántica" que consiste en una noche de hotel con cena, desayuno y circuito de spa por 204 euros, que no es barato. Según llegamos el primer inconveniente, las camas son individuales (juntas, sí pero individuales) y no hay opción a una habitación con una cama de matrimonio. Repito, "esperiencia romántica" en camas individuales, en fin. Después el spá es al final una bañera grande o una piscina pequeña, como prefieras, con unos chorritos y poco más. Vale es lo que hay, pero es caro para lo que es. La cena es un menú fijo que consistía en 3 entrantes fijos (croquetas, una especie de quesadilla y salmorejo), y bacalao o codillo tipo sajonia a escoger. No hay otra opción, eso es lo que hay. Escogimos el codillo y era muy básico, de menú del día de un bar. La habitación bastante pequeña, y la cama durísima, los dos dormimos fatal y amanecimos con dolor de espalda. Y el desayudo todo bollería industrial, lo único que se salvaba es que te preparaban unos huevos en el acto que no estaban mal. Y la guinda final: al ir a irnos tuvimos que pagar 4 euros extra porque por los visto habíamos tomando postre y café en la cena, cosa que nos ofreció la camarera sabiendo que teníamos el pack con la cena incluida y sin avisar de que tenía un cargo extra. Sólo esto ya es un "no vuelto" directo para mi, pero es que casi es lo de menos comparado con todo lo demás. Lo único que se salva un poco es la piscina al aire libre que tienen que no está mal, pero no compensa para nada por todo lo demás. En resumen, no volveremos ni de lejos. Con lo que cobran se pueden hacer las cosas mucho mejor: una habitación con una cama de matrimonio y un colchón que no parezca una losa, una cena con un mínimo de calidad, y tener en cuenta algo tan básico como que si hay un precio pactado y algo que se sale de ese precio, hay que avisarlo.