Apart Aires del Mar

un desastre, sin agua caliente. sucio, reclamé y no se hicieron cargo, habiendo pagado el total de la estadía al entrar, tuve que irme y no me reconocieron nada, unos chantas, con razón exigen el pago total de la estadí antes de entrar, por el pésimo servivo que ofrecen

HORRIBLE. Aire acondicionado: no andaba Limpieza: nunca jamas hubo. Y la ropa de cama estaba tan mal que volvimos brotados de ls picaduras. Atención: TODO TIENE ESCALERAS, no es apto ni para personas con discapacidad ni problemas de movilidad. Y SI QUERES ALGO APTO PARA DICHO PROBLEMA TENES QUE PAGAR MAS, pues bueno, no les importa mucho cumplir la ley. Empleados: aca merece comentario aparte, sacando al dueño y a la administrativa llamada alicia, que no solo no hace nada sino que si unica preocupacion durante su estadia laboral es ver como piede hacer para raj**** antes y no laburar pq le da alergia. El dueño bueno, no te cumple ni una ley. Estas diassss pidiendo la bendita factura, y encima los buenos modos no son lo suyo. El resto de los chicos un amor, Ubicacion: muy buena y es lo unico q permite q ese lugar siga afanando de la manera en que lo hace. NO VAYAN, HAY COSAS MEJORES POR LA MISMA GUITA

Fue una MALÍSIMA experiencia. Llegamos guiados por las imágenes e información publicada y enviada por ellos x whatsapp... Cuando llegamos resultó que nuestro cuarto quedaba literalmente dentro de la obra (torre) en construcción donde, al parecer, entre lingotes de cemento y materiales de obra, habrían habilitado dos pisos. Nunca nos avisaron que estaríamos dentro de la obra, con paredes frías y húmedas (tenemos dos hijos asmáticos, alérgicos al polvo) con tarifa de un hotel 5 estrellas (38.000 pesos); mesita chica, sillas de plástico, mini heladera desenchufada, acolchados cubiertos de polvo, olor a humedad... a menos de una hora de llegar resolvimos irnos porque nos dábamos cuenta que respirar ese polvo en suspensión, esa humedad y frío... no les haría bien a los chicos. Nos dijeron que de ninguna manera podían devolver un sólo peso (4 noches, habíamos saldado con efectivo el total hacía menos de una hora), que si lo deseáramos podíamos tomar asiento y esperar... porque no tenían dínero para devolver... Le insistimos por el tema salud... y nos devolvieron a regañadientes una parte (de la nada apareció el dinero que decían no tener), encontramos otro literalmente a la vuelta, limpio, moderno, impecable, súper confortable y mucho más barato!!!!!!!!

caja fuerte cerrada, no pudimos usarla pileta no tenia escalera. despues trajeron una con un solo escalon a la altura de mis hombros faltaban sabanas. olor a mugre y humedad el cable solo se veian 2 canales aire acondicionado no funcionaba, al enchufarlo saltaban los tapones vajilla deficiente. 2 cuchillos 4 platos tamaño xl 3 tazas distintas pérdida de gas. solo abriamos la llave de paso para calentar agua y cerrar y ventilar enseguida. LO PEOR: INFORMAMOS DE INMEDIATO Y EN 9 DIAS NUNCA ARREGLARON NADA

Me toco la experiencia de pasar una noche el según dueño una de las mejores habitacion , el estadio limpieza y mantenimiento es lamentable, yo a las 6 de la mañana salí disparado, es real un asco ,humedad, falta de ventilación una escalera terror para ir al dormitorio el la planta alta

Excelente atenciòn. Puede que le hagan falta reparaciones para ser un 5 estrellas pero. la ubicaciòn, el servicio, la amabilidad, la vista. Todo Primera. Cochera con seguridad frente al edificio y al lado del ****** del Mar. Cerca de todo.

Nos alojamos en el Apart para 3/4 durante una semana. La ubicación es inmejorable, porque se encuentra frente al mar y a media cuadra de las peatonales. Eso y la atención del personal han sido los puntos altos. Luego, el resto es inolvidable en una mala acepción del término. La limpieza en las habitaciones es necesario solicitarla, porque no tiene periodicidad predeterminada. El ambiente principal tenía una mesa de un metro cuadrado y cuatro sillas, además del anafe con dos hornallas, el tele, el frigobar y un microondas. En el cajón de los cubiertos y platos era difícil no encontrar hormigas, dado que venían del techo por la abundante humedad de los ambientes en una semana de muchas lluvias. Esa misma causa ocasionó que toallas y toallones nunca terminaran de sec**** bien y, encima, el baño tenía tapado parcialmente el desagote de la ducha, por lo que al bañ**** quedaba una piletita de jabón y arena. Acertarle a la temperatura de una ducha es más difícil que gan**** la grande de la Lotería. La canilla de agua caliente por momentos hervía y por momentos helaba, emulando la temperatura del mar de enfrente. Y en ese baño, además, hubo pérdida de agua permanente por falta de mantenimiento en los flexibles del inodoro. A la tele de la habitación no le funcionaba el control remoto y los botones para el comando directo no existían, excepto para bajar el volumen y prender el tele. La cochera, por su parte, se cobra como adicional y solo funciona de 8 a 24. Dichas cocheras son, en realidad, las instalaciones de un edificio en construcción al que se accede por un elevador de automóviles, pero hay que solicitarle al empleado que abra el portón cada vez que entrás o salís. Y el empleado es el mismo de la recepción, lo que le dificulta en ocasiones alguna de las dos funciones que tiene que cumplir, ya que el portón de la cochera está a 20 metros de la recepción. La piscina es pequeña, pero adecuada para el descanso. Eso sí: está al aire libre, por lo que tiene los mismos avatares climáticos que la playa, no constituyendo una alternativa. Los desayunos consisten en tres medialunas e infusiones en saquitos. Pero, siendo tres, en ocasiones nos llevaron sólo para dos personas. Se quedaron sin rollos de cocina para reponer y no hubo durante tres de los siete días. Y hasta registraron mal el pago, queriendo que dejáramos la habitación una noche antes, lo que merced a la buena disposición de los empleados pudo resolverse sin inconvenientes.