Es la cuarta vez que nos alojamos en este hotel (tercera vez seguida: parón por la pandemia) y es una maravilla. Las habitaciones amplias y limpias; las instalaciones son muy buenas y muy completas (toboganes, mini-golf, mesas de ping-pong, terrazas, piscinas, spa...) y la comida es exquisita y abundante. Además, mi pareja es celíaca, y lo primero que hacemos al llegar es tener una reunión con la jefa de cocina para el tema de las comidas. Por otro lado, las y los trabajadores son espectaculares, desde camareros, pasando por recepcionistas hasta el equipo de animación. ¡Ah! ¡Y socorristas! Es un hotel muy muy recomendable para ir con niños, puesto que tienen multitud de actividades para ellos en diversos horarios. De hecho, nosotros volveremos a repetir este verano: los niños están encantados con volver, y los adultos también lo estamos!
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