Posada de Ongayo

Lo peor la limpieza, se ve que no limpian a fondo. La habitación era la que estaba junto a la cafetería, muchas telas de arañas detrás d ela puerta, por el techo, las lamparitas d ela mesa de noche tenían un dedo de grosor de polvo con pelusas… yo soy alérgica a los ácaros del polvo y se lo dijimos a la dueña, su respuesta fue que la limpiarían al día siguiente, y nada igual… tuve que limpiarlo con toallitas húmedas para poder quitar todo esa cantidad de suciedad… uno de los armarios olía fatal, no pudimos guardar la ropa en el, y el olor a tuberías era horrible. El desayuno era regular, no tenían pan bueno, solo 2 rebanadas de pan de sándwich, todos los días lo mismo, lo único bueno los bizcochos de Mercadona. Una pena, porque el sitio es precioso, y la zona muy buena para acceder a visitar los diferentes pueblos de Cantabria.

Un lugar muy acogedor, una experiencia inolvidable las habitaciones encantadoras con diseños únicos la cama y almohada muy cómodas.Buen trato de parte de Vanesa y Karina volveremos, nos sentimos como en casa.

Chemi y tod@s el personal gracias por hacernos sentir tan cómodos y los vecinos geniales todos,fran, Alberto, Antonio,etc lo recomiendo a todos.gracias.lo hemos pasado genial,siendo un lugar encantador para pasarlo muy bien y estar super tranquilo,se cena de lujo.

La estancia ha estado bien. El desayuno correcto y agradable. Las habitaciones son apartamentos individuales. La única pega el mal olor de las tuberías del baño. Se puede llevar comida de afuera y comer en las mesas que hay en el jardín.

Las habitaciones son muy pequeñas con mobiliario desgastado, la luz interior pauoerrima para ver por la noche, la tv no funcionaba bien y lo arreglaron al cuarto dia de estancia. La limpieza tanto de habitaciones como resto mala. La atencion menos del gerente buena y profesional. Desayuno pobre sin nada de embutido pero bizcochos ricos. El jardin y alrededor precioso. Una pena que un sitio con tanto encanto este tal mal cuidado no se si por falta de personal o por falta de profesionalidad

La posada es muy bonita, tiene un monton de habitaciones en la parte baja como si fueran casitas individuales con jardin. La cama y las almohadas fueron muy comodas. La chica que nos atendio fue muy simpatica. Le pedi un secador de pelo y sin problemas. Hay gel de baño y champu en bolsitas... El desayuno bufet muy rico todo, fruta, yogures, cafe, zumo de naranja (aunque no era natural) bizcochos, sanwich mixto y tortilla de patata, pan para tostadas, mermeladas... puedes sacarte en desayuno en una bandeja a las mesas de la terraza o jardin. La pega es que nuestra habitacion la ventana daba a la carretera y es un poco ruidosa, al dormir con la ventana abierta por el calor me desperte muy pronto con el ruido muy fuerte de un camion que paso.

Trato inmejorable,Xemi y Vanesa están para todo,nos han aconsejado restaurantes muy ricos,nos hemos sentido como en casa. Las habitaciones muy correctas y calentitas. El desayuno muy correcto. Para recomendar totalmente. Muchas gracias chicos.

Sitio acogedor y tranquilo, bien situado para conocer la zona. Chemi y Vanessa muy amables y serviciales. Habitación, no muy grande, pero la cama que es lo importante super cómoda. Desayuno muy completo. Parking en el propio hotel Muy recomendable

Nuestra habitación no tenía nada que ver con las fotos de publicidad. Con acceso desde el comedor, mínima, con un baño sin ventilación que olía a cloaca y vistas a un parking y a un palomar. No podíamos abrir la ventana porque nos veía todo el mundo y de un salto meterse en la habitación... El desayuno, de risa. Pésimo. Nos han cobrado 134€ por una noche, lo mismo que por una habitación de las que dan al jardín, que son las publicitadas. Aunque sugerimos que no podían tener el mismo precio porque no tenían las mismas prestaciones, los dueños nos dijeron que...mala suerte. Si no queréis sentiros timados, aseguraos de que no os dan la 47.