Palmera Beach

Séjour agréable

Hemos pasado varios años nuestras vacaciones en este hotel, y hemos podido observar cómo ha degenerado con los años. Lo mejor es la piscina, muy amplia y con chiringuito. En cuanto a los apartamentos son grandes y muy amplios, geniales para 4 personas y con vistas al mar. No obstante, el mobiliario de los apartamentos necesita un lavado de cara, pues han de tener 40 años como mínimo. Las mesas y muebles se ven muy viejos. Además, los colchones son muy duros, se notan los muelles y la almohada parece una lámina de cartón con una sábana, porque al dormir sobre ella se está al mismo nivel que el colchón. Recomiendo a quien quiera alojarse aquí nunca escoger las habitaciones con vistas al mar, pues la amplia terraza con las vistas es muy bonita, pero por la noche se juntan unos jóvenes muy maleducados debajo a hacer botellones con la música a tope, impidiendo dormir a los huéspedes. Sabemos que el problema no es culpa del hotel, pero no muestran ningún interés en solucionarlo, como llamar a la policía las veces que hagan falta o contratar vigilantes, por ejemplo; pues al estar fuera del recinto del hotel se desentienden completamente. Cambiando de tema, las entradas son a las 16:00, y las salidas a las 10:00; demasiado tarde y pronto, respectivamente. Hoy al hacer el checkout, la tarjeta llave del apartamento se ha desactivado a las 9:45 (menos mal que no salimos todos a la vez de la habitación), lo que nos parece una manera muy cutre de echar a los huéspedes, cuando ese cuarto de hora se supone que también se paga y no deberías perder el acceso hasta la hora que ellos mismos dicen. Otro aspecto infinitamente mejorable es el tema del bar, pues está completamente vacío (daba la sensación de estar cerrado porque ni siquiera se podía pasar por la puerta de fuera). Un día nos sentamos en la barra y resulta que quien estaba "atendiendo" el bar era la misma trabajadora de recepción, lo que da muy mala imagen tanto del hotel como del bar, al dar a entender que no pueden contratar un simple camarero para que en recepción los trabajadores no estén tan explotados en dos puestos simultáneos. En fin, una experiencia que no dan ganas de repetir. PD: este año el buffet estaba cerrado por reforma, pero según lo que hemos visto otros años es un buffet normalito en el que se come bastante bien.