La zona y el hotel presentan problemas de seguridad, ya que no hay control sobre las personas que entran y salen. Además, el ruido es constante, desde martillazos a las 7 am hasta ladridos de perros. Por las noches, la presencia de borrachos en las calles es frecuente. Las habitaciones son muy simples, y cabe destacar que no hay ascensor. Mi experiencia en el hotel y en Puerto Escondido en general fue decepcionante; no planeo regresar.
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