Experiencia más que excelente. Tómense 5 minutos para leer y les cuento porque. Mi primer contacto con el hotel fue por mail, un martes a las 10am. En menos de una hora, ya tenía la cotización de mi estadía. Todos los mails de consultas fueron respondidos con una rapidez y una claridad increíble. Tanto por Francheska quien manejó mi reserva, como por Nazaria de atención al cliente, que también me dio información al detalle de todas las actividades que podía realizar en Puerto Iguazú, con precios y la opción de que ellos las gestionen directamente a través de una agencia local llamada “Caracol”. Se nota que el hotel invierte en capacitación del personal porque todos son muy atentos y están siempre dispuestos a ayudarte y a hacerte sentir a gusto. El hotel se encuentra en el medio de la “Selva Iryapu”. Una reserva natural donde también hay otros hoteles, pero lo bueno es que este está relativamente cerca de la ruta, donde pasan colectivos que te llevan hacia el centro de Iguazu, a Cataratas y a varios lugares más. Si te gusta caminar, se puede ir hasta la parada del transporte público que funciona perfecto y si no, también tienen convenio con una empresa de taxis que te piden desde recepción y llegan a la puerta del hotel. Al llegar al hotel, me recibieron con un jugo de bienvenida y subieron mis bolsos a la habitación. Me hospedé en una habitación del segundo piso, muy amplia, decorada con buen gusto, con balcón a la selva, super silenciosa, con una cama muy cómoda y bien climatizada. La misma contaba con un baño de buenas dimensiones, con bañera con hidromasaje. Todo el interior del hotel, no solo las habitaciones, está equipado con elementos de primera calidad. Respecto de la comida, mi tarifa incluia desayuno y cena, que se sirven en el mismo restaurante de planta baja del edificio principal. El desayuno es completisimo y aparte de las opciones que todos ofrecen, aquí también se sirven especialidades de la zona como mbeyu, reviro, mate cocido quemado, chipa, entre otras. La cena se sirve en un buffet con opciones frías y calientes, donde se puede encontrar una gran variedad de platos, que van cambiando cada noche. Todos exquisitos, la cocina es muy buena. Va a parecer reiterativo, pero mencionó nuevamente que es destacable que el personal esté siempre atento a lo que la gente necesita, y otro ejemplo de eso, es el restaurante. Desde el armado de las mesas alineando la vajilla a la perfección, la limpieza y el orden del buffet, el trato personal y super cordial de todos los empleados al sentarte y servirte la bebida, levantar los platos sucios o simplemente charlar 2 minutos. El hotel también cuenta con un bar en el lobby y otro restaurante en la pileta, donde se puede almorzar platos de parrilla a las brasas. La pileta es enorme, de agua cristalina, con muchas reposeras, sombrillas y camastros. Se puede consumir tanto comida como bebida al costado de la misma. En el edificio junto a la piscina, se encuentran también el gimnasio, el spa y h
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