Hotel Catalunya Ribes de Freser

Trato familiar por parte de los empleados. Muy tranquilo entre semana. Desayuno correcto, no es buffet libre pero hay suficiente comida. Tienen cunas para bebes. Con piscina, jardín y juguetes del otro hotel a 5 minutos de este. La única pega si tienes carrito de recién nacido, el ascensor muy justo y es complicado de usar.

Alojamiento muy comodo y super limpio.Hotel familiar pequeño y muy agradable la estancia .Fueron 3 dias de salidas de senderismo por los alrededores de Ribes,precios muy razonables,solo desayunamos no hicimos ninguna comida.Situado en una calle con poca circulacion fuera de horarios laborales.

Hotel muy bien situado en el centro del pueblo, y se puede ir andando a la estación del tren cremallera. Habitación, amplia y con todo lo necesario para hacer la estancia cómoda. El desayuno, servido en mesa, muy rico. Cerca del hotel, hay mucho sitio para aparcar.

Hotel familiar con un trato al cliente excelente, siempre atentos a que todo esté bien, muy buena cocina, en cuanto a la habitación (205) era interior con cama de matrimonio, TV, un pequeño escritorio y por supuesto el baño con ducha, en nuestro caso estuvimos alojados dos noches incluyendo el fin de año y todo fue perfecto, seguro que volveremos

Su página web no permitía realizar la reserva para una estancia de dos noches, saltaba un aviso que para poder alojarte en julio en el hotel como mínimo 3 noches, así que realice la reserva por teléfono, habitación Doble Superior. En el momento del check-in no sabían ni que tipo de habitación, ni cuántas noches ni el tipo de alojamiento reservado, así que a empezar de nuevo. En el momento de la reserva solicité cama de matrimonio, si que es cierto que las son peticiones y la habitación ofrecida tenía dos camas individuales y a partir de aquí: Al llegar a la habitación tuvimos que quitar algunas telarañas del cabecero de la cama. Ninguna habitación del hotel dispone de aire acondicionado, para poder dormir si abres la persiana te acribillan los mosquitos. Desayuno: Increíblemente pésimo: No sirven desayunos calientes, únicamente te traían a la mesa y en un plato: una reventada de pan con tomate, una loncha de queso, una de jamón dulce, una de bull y otra de mortadela y tres trozos de fuet. Le preguntamos a una camarera si era posible traer alguna loncha más de queso y de fuet y nos comentó que no, ya que si nos servia más cantidad a nosotros la gente se quejaría. Pasan constantemente para servirte café y zumo. Así que considero insuficiente. Comidas y cenas: Para las comidas tienen menú cerrado pero ofrecen otras soluciones y para las cenas tienen dos opciones por plato también con soluciones. De cantidad muy escasa y de calidad correcto. Entiendo que es un hotel rural de 2*, que estamos en temporada alta y que solicité doble superior pero no me parece acorde la relación calidad - precio. Teniendo en cuenta todo lo anterior, obviamente no, no volveremos.

Hotel familiar con más de 100 años y varias generaciones, remodelado con mucho gusto y todo lujo de detalles. La habitación era perfecta, con persianas motorizadas y ventanas que aislaban perfectamente tanto de forma acústica como térmica. Por la mañana cuando las abres puedes disfrutar del rumor del río y del cántico de los pájaros. Me sentí muy bien con el trato recibido por toda la familia y empleados. Es lo que buscas cuando viajas solo. Tienen un menú de 15 euros que está bastante bien. El desayuno es muy correcto y preguntaban todo el rato si querías más... Tengo claro que para mi es un hotel de referencia en la zona, por hacer sentir al huésped como uno más de la familia. Gracias por todo! Volveré!

Es un hotel muy acogedor y bien situado para hacer rutas de senderismo y tranquilidad. Los que llevan el hotel parece que son familia y te atienden muy bien en todo lo que necesitas, la primera noche renamos en el hotel y fue una comida muy casera