Fuimos con un grupo de escolares y todo nos fue mal: en el desayuno se acabó el pan y no pudimos comer todos, el café y la leche fría (la máquina que lo calentaba estaba apagada), platos sucios, un tostador casero para 80 personas, no había pinzas para coger el embutido.... Y en la comida, que teníamos concertada a una hora, empezamos a comer 40' más tarde, con el consiguiente retraso en el viaje (y sobre todo el horario de los conductores). La comida escasa y fría, en la cena no se pudo ni siquiera repetir plato porque no tenían suficientes. Cuando fuimos a pedir explicaciones, no "existía" ningún responsable para explicarnos qué había pasado. Las habitaciones están muy bien, pero el servicio, el trato y la organización, muy mal.
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