Guest User
September 27, 2021
Estuvimos dos parejas con dos bebés, una de 14 y otra de 18 meses, en uno de los apartamentos de 3 habitaciones. Dejamos el coche en una plaza de parking diminuta, de hecho al día siguiente decidí dejar el coche en un descampado que había cerca porque era de lo más incómodo aparcar en esa plaza. No solo por el tamaño, es que encima NO HAY ASCENSOR y tienes que subir bolsas, trollies, carrito de bebé, etc a pulso. Ese pequeño detalle fue el primero de muchos que obvió decirnos el encargado de aquello (Ramón) antes de meter el coche. Una vez volví de dar 4 viajes al parking sudado como un cerdo y cargando con todo y nada más entrar en el apartamento, la luz de la escalera que bajaba a la planta baja, la luz de una habitación y una luz de la cocina no encendían y tuvimos que llamar para que lo arreglasen. Por la noche nos dimos cuenta de no teníamos agua caliente, por lo que no pudimos ducharnos, y al ser las 23:00 no quisimos molestar (tontos de nosotros, por ser buena gente). Antes de las 8 de la mañana del día siguiente no solo no teníamos agua caliente, tampoco teníamos agua fría. Ya es fuerte que sabiendo que te llegan huéspedes, y sabiendo que llegan con bebés, nadie verifique que hay luz y agua en la casa. Llamamos al móvil del chico encargado de los apartamentos (Ramón), así como a la oficina, varias veces sin respuesta. Escribí un WhatsApp informando de lo que pasaba y que no teníamos agua en la casa, y a las 11:00 de la mañana, 3 horas después de notificarles el problema, recibí un mensaje "Ya deberías tener agua". Como si nos estuvieran haciendo un favor! sin una mínima disculpa, NADA. En ese mismo whatsapp se nos dice que si tenemos algún problema que llamemos a mantenimiento a un número de teléfono que nos facilita (manda coj... que tenga que llamar YO a mantenimiento, no?). Además, ¿están esperando a que algo no funcione para darnos ese teléfono? ¿Por qué no se nos dio nada más llegar? Dadas las circunstancias y el nulo caso que nos hicieron, tuvimos que ir a la playa para "asear" a las niñas, y a la vuelta sobre las 17:00 uno de nosotros se pudo duchar, pero los otros tres y las dos bebés no pudimos porque de nuevo NO HABÍA AGUA. Una tomadura de pelo. No pudimos salir a cenar porque no pudimos asearnos, con el consiguiente cabreo de que ya parecía que nos estaban vacilando. Ramón, el encargado de allí, nos aseguró que el gerente de los alojamientos nos llamaría para hablar con nosotros. No solo no nos llamó, sino que tuvimos que llamarlo nosotros y nos colgó. A última hora de la tarde por fin tuvimos agua en los baños al menos (en la cocina nunca llegamos a tener agua), y al menos pudimos asearnos. A la mañana siguiente, cuando ya nos íbamos, decidimos poner una hoja de reclamaciones. Cuando estábamos con Ramón, dispuestos a rellenarla, nos llamó el gerente (a buenas horas), y tras mostrarle nuestra indignación por el servicio y el trato recibido su respuesta fue, textual: "MIRA, YO NO ESTOY PARA ESTAS COSAS", nos dijo adió
Translate