Finca la Carmelita

Estava buscando um lugar charmoso, confortável e integrado na natureza para nos hospedarmos em San Rafael. Me recomendaram La Carmelita. Li as avaliações, vi as fotos publicadas aqui e reservei. Fui com minha família (marido e três filhas, duas adultas e uma de 5 anos). Desfrutamos muito, de tudo: do silêncio (um luxo para quem vive em Buenos Aires), da tranquilidade (todos que nos atenderam foram amáveis e serenos), dos animais (as lhamas foram um atrativo para nós), dos aposentos (boas camas, cobertas e banheiros e um imponente e bem decorado salão principal, onde nos serviam as refeições). A simpática chef Alejandra nos preparou com muito esmero e amor pratos deliciosos, tanto que não quisemos jantar em outro lugar em nenhuma das quatro noites em La Carmelita. Ela e o proprietário foram muito solícitos, prestando todas as informações e dando preciosas indicações e recomendações. Ah e minha caçula e meu marido se animaram a entrar na piscina. Recomendamos La Carmelita!

Inmejorable atención. Limpieza impecable. Tanto su propietario sr. Federico cómo sus colaboradores pendientes permanentemente de cada necesidad y la chef Alejandra Luna con sus jóvenes manos y su dulzura transmitiendo buena energía, alegría y buena onda realiza los platos gourmet a pedido de cada comensal.

Excelente lugar para descansar, muy tranquilo, súper recomendable, Leonora y su Padre hacen que la estadía sea perfecta, la comida es muy buena, platos abundantes y de calidad, al igual que el desayuno, nuestra experiencia fue muy favorable.

La finca es muy linda La habitacion es sencilla pero la hospitalidad de Federico, su hija, y todos los que trabajan alli es destacable Recomiendo el lugar mas cuando te sentis como en casa Alejandra envia el menu para la noche, y es riquisima su comida Destaco la hospitalidad de todos

Llegamos allí de casualidad dado que habíamos reservado en la Barrica y cuando llegamos nos dijeron que se habían equivocado y habían sobrevendido nuestra reserva. Intentaron ayudarnos a buscar otro lugar (a las 18 hs!) y uno de ellos fue este lugar cuyos dueños tuvieron la amabilidad de aceptarnos dado que la tenían cerrada al público por unos días porque estaban con una remodelación del riego. Fue maravilloso. Una tranquilidad total, todo muy cuidado y prolijo. La limpieza de las habitaciones impecables, el desayuno exquisito (todo casero y de lo que cultivan en la finca). La parte de atrás de las habitaciones tiene unos sillones para sentarse con vista al campo. Se pueden recorrer los viñedos que tienen junto con árboles frutales. Tienen animales: perros, dos llamas, patos, etc. ideal para los niños. Lo ideal es ir en auto dado que está en las afueras de San Rafael (cercano al aeropuerto). La vista del atardecer es muy linda y el lugar es muy tranquilo, ideal para quienes quieren descansar. Los dueños son muy amables, y están pendientes y atentos para aconsejar sobre lugares, excursiones y demás. La pileta estaba muy limpia (fuimos en febrero), con cerca de seguridad para niños. Un lugar inolvidable. De lo mejor que fuimos en Mendoza (hicimos Uspallata, Mendoza capital y San Rafael)

Espectacularrr todo!!! El lugar soñado y las personas que nos recibieron encantadoras. Excelente!!!! Un lugar para descansar y disfrutar!!! Los desayunos exquisitos y con productos naturales elaborados en la finca