Hacienda El Jibarito

Un lugar perfecto para relaj****.

Hermosa hacienda, tranquila y dormitorio cómodo y buena temperatura.

La cabaña donde nos quedamos tenia todo lo necesario. Una cocina pequeña con utensilios para cocinar y comer. Una nevera mediana donde puedes guardar tus alimentos. Microonda y cafetera. También tenían jabón para platos. Tenía dos habitaciones y un baño compartido. en la habitación principal tenía un jacuzzi pequeño. Las sábanas de una de las habiataciones estaba manchada. El balcón estaba sucio con tela de arañas y excremento de lagartijas. Por lo demás en la cabaña todo bien. Agua caliente, aire acondicionado funcionando bien. Televisor con Netflix y satélite en la habitación principal. Una sala pequeña y comedor. Necesita un televisor en la otra habitación o en la sala. Necesita más iluminación pues la cabaña es en madera y de momento sientes que no puedes ver bien por tanta oscuridad. Debajo de las camas había mucho polvo y sucio. Un ambiente tranquilo y privado. No hay personal presencial trabajando. Por lo que si surge algún imprevisto solo están por teléfono. La piscina interior del hotel ya no está disponible lo que es una decepción. Y la de afuera está disponible. Pero al no tener personal te sientes muchas veces en peligro, pues llegan visitas que no son huéspedes a usar las facilidades, celebrar cumpleaños sin autorización y te sientes que tú estás invadiendo el espacio cuando realmente son esas visitas. Tuve una mala experiencia ya que jugaban con una pelota en la piscina y me dieron en la cara y cuando muy cortésmente le dije que tuvieran cuidado salieron con actitudes y bien arrogantes. A tal punto que para evitar confrontaciones mi esposo y yo decidimos irnos. Una decepción pues la noche estaba a $200 y por esa cantidad uno espera más seguridad y servicio. Me había quedado ahí hace unos años y realmente esta vez me decepcionó la falta de servicio. No tienen protocolos de Covid para desinfectar las áreas comunes. El hotel tenía antes como un mini museo con artículos antiguos y ya no está disponible. En el area de la piscina tiene un mini bar, pero está cerrado. No hay nada para comer, tienes que cocinar o salir afuera para comprar. Antes tenían un área de cafetería donde podías comprar café el ****rito y degustar del mismo. Ya eso no está. La Hacienda está totalmente abandonada, te sientes en peligro pues no hay personal que vigile, no hay control de acceso para evitar que los que no se hospedan entren u hagan uso de las facilidades (horrible) Tienes acceso desde el lugar a la charca las golondrinas, pero el camino está totalmente abandonado. La maleza a cubierto todo el camino. Una pena pues el lugar es mágico. Deben mejorar en tener personal que esté pendiente para que no tengan acceso a la piscina personas visitantes que no se están hospedando. Deben tener personal en la recepción. Porque tienen una perla, la Hacienda es hermosa de por si. Pero necesita atención, porque de lo contrario no durará mucho.

¡Me encanto! Es mi primera vez y repito. El servicio brindado por Keyla fue excelente, muy amable y atenta. Un lugar muy bonito y tranquilo. El que tengan un restaurante en la propiedad es una maravilla, pues no tienes que preocuparte de salir a buscar comida y realmente disfrutar el lugar.