Nos encantó el hotel que nos recomendaron por su ubicación, servicios y categoría. El hotel se ve nuevo y mejoró nuestras expectativas desde la llegada, donde nos recibieron muy amablemente y tenían todo preparado para que la estancia fuera perfecta. La habitación es grande, moderna, muy limpia y no falta de nada. La ducha es una maravilla y la calefacción funciona perfectamente. Además si quieres puedes hacerte un café o un té en la kettle de manera gratuita. En el desayuno, que por cierto estaba buenísimo, la camarera fue muy amable y nos indicó que podíamos pedir platos calientes al momento, como tortillas o huevos revueltos con bacon, estaban deliciosos. Además contaba con pastelería casera hecha en el día, variedad de cafés de Nespresso, frutas variadas, o una amplia selección de embutidos, donde incluyen hasta el queso Idiazabal. Relación calidad - precio muy buena, no hay que perdérselo y lo recomiendo a todo el mundo. Parking hay justo en frente, lo cual es muy conveniente porque Donosti es una ciudad para pasear y olvid**** del coche. Recomendaría a todo el mundo que quiera venir a conocer la ciudad que venga al Hotel. Está a 5 minutos de la playa de la Concha!
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