Casa Rural Baltasar

Comida estupenda y trato del personal excelente, disfrutamos mucho de la comida, del servicio y de la tranquilidad del lugar, ademas el local esta muy cuidado y te hacen sentir como en casa, se nota que es una empresa familiar y que realizan su trabajo con mucho esmero

El restaurante está muy bien decorado, sencillo y muy agradable, las personas que atienden son encantadoras todas y la cocina inmejorable, tanto la calidad de la materia prima como la presentación. Hemos ido muchas veces y hemos probado casi todos los platos y ninguno te decepciona.

Restaurante ubicado en Aliaguilla, lugar cuidado detalladamente, con un trato único gracias a su personal. Excelente, un lugar encantador. Atención, calidad y presentación espectaculares!!! Para repetir

Fui recomendada por unos amigos de la zona. No podía creer que en un pueblo tan pequeño tuvieran un restaurante de ese nivel. Pues fue superior a lo que me habían dicho. Comida buenísima, la atención de 10. La limpieza del sitio perfecta. En resumen, un sitio recomendable al que volveré.

Comida y servicio excelente. Fuimos los compañeros del trabajo, nada más llegar nos sirvieron unas cervezas en la terraza mientras llegaban el resto de comensales. Pedimos unos entrantes para el centro y un segundo individual, los postres buenísimos.

Toda una experiencia culinaria, lo habíamos oído, hoy comprobado. No sacamos claro el plato que más nos ha gustado, desde la entrada hasta el postre y el detalle del licor de café con hielo seco. Todo un manjar. Calidad precio excelente. Volveremos...

La casita es perfecta, en un entorno tranquilo donde poder descansar y desconectar, se respira paz. No le falta detalle, desde la terraza exterior, acomodada con sofás de madera, mesitas, para poder tomar una copa o un café tranquilamente. La casa tiene de todo, es cálida y acogedora. Cuenta con un sala de estar y comedor, con aire acondicionado, mesa para cuatro, chimenea, sofá, y una cocina a la que no le falta de nada, utensilios de todo tipo. Además, tuvieron el detalle de dejarnos el desayuno para la mañana siguiente, varias clases de pan, mantequilla, mermelada, embutidos, queso, café...la cama es grande y muy cómoda, sin ruidos. Y el baño igual, con su ducha, y con detalles tipo "hotel", cepillo de dientes, gel, crema... Ha sido una estancia perfecta, repetiría y lo recomendaría sin dudarlo.

Elegimos el restaurante para la celebración de nuestra boda por nuestras experiencias previas y fue un acierto total. El producto es excelente, la cocina creativa, el servicio absolutamente eficiente y el trato personal y cercano. Un lugar así es un privilegio para la comarca.

SOLO FUIMOS A COMER. La cocina abre a las 14:00. Mientras esperamos en la mesa tomando un vino nos pusieron de cortesia unas probetas de caldo de gallina como cortesía de la casa, el sabor me hizo retroceder un par de décadas atrás a casa de la abuela. Para el crio, nos prepararon 2 croquetas de la carta con patatas fritas, ya que no hay menus para niños pequeños (4 años) nosotros pedimos las croquetas para probar y vienen con una pipeta que lleva el mismo caldo de gallina, hay que apretarla para que lo suelte y se empape la croqueta. Un par de vieiras y como principal pedimos un cochinillo. El carpaccio y las manitas de cerdo tenian muy buena pinta por li que pudimos ver. Torrija brioche de postre y un especial de yogur griego con frutos secos que estaba fuera de carta. Vino albariño 100€. Degustación a chupito de piña y uno de mora sin alcohol para el pequeño.