Hotel Sacratif

Nos quedamos en este hotel por los buenos comentarios que leímos, tanto del hotel como del restaurante, pero nos ha decepcionado mucho. Los dueños que lo regentan son muy amables, al irnos nos regalaron incluso una botella de Cava. Pero las instalaciones en si dejan que desear, los colchones no eran malos, pero en una de las almohadas nos encontramos restos de sangre seca ... deben tener mucha más precaución con estas cosas... En cuanto al restaurante, destacar los desayunos bastantes completos, pero lo que es la cena, no merece para nada la pena, hay muchos bares por la zona. La comida que ponen no tiene mucho sentido, de primeros mejillones o ensalada de pulpo, de segundo melón con jamón o aguacate con salmón y de tercero pescado frito o pechuga de pollo, una rebujina que acabo pasándonos factura en el estómago, el segundo día estábamos malos con un cólico y ni si quiera cenamos en el bufet, entre lo malo que estábamos y la comida que había de este estilo de mezclas... no lo recomiendo para nada la verdad. El hotel muy próximo a La Playa, pero deben poner platos más acordes en las cenas y tener más cuidado con la limpieza.

Habitación limpia, pero con mobiliario anticuado. Ruidoso. El menú es una vergüenza... súper pobre para el precio. Sinceramente, se aprovechan de la falta de competencia por la zona para “hacer el agosto” nunca mejor dicho... Carísimo para lo cutre que es todo allí

Hotel sencillo pero cómodo y limpio. El personal super amable. Las habitaciones cómodas, con terraza, por poner un defecto la tv. muy pequeña y puesta sobre el escritorio lo que dificultaba la visión. El desayuno correcto, con un pero, con la de tomate que producen en Andalucía, me parece un crimen que sirvan unas latitas de tomate para el pan con lo sencillo que es rayar un tomate natural, mucho mas bueno y muchos menos residuos.