Silencio, tranquilidad, buena comida y mucho más. Íbamos tres días, para hacer rutas en bici, ver estrellas y conocer el lugar, la casa es acogedora, sileciosa,soleada, limpia, confortable, el porche es un lugar super acogedor donde tomar un delicioso desayuno y donde cenar manjares, dignos de los mejor chefs, Eduardo es encantador, amable un perfecto guía de rutas y lugares con encanto y sobre todo un excelente cocinero, disfrutamos de cenas increíble. Tanto que nos quedamos un día más. El centro Astronómico de Trevica está muy cerca y sin duda os recomiendo la experiencia. Volveremos Eduardo, gracias por hacernos una estancia inolvidable.
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