Hotel Casa Ambrosia

Bonitas instalaciones, tal cual como se observa en las publicaciones; la atención del personal excelente y la comida muy rica; felicitaciones a todo el equipo del hotel. Todo iba bien hasta el momento del descanso; la habitación presentó un ruido a la madrugada, que parecía que estuvieran intentando abrir la puerta, lo que impidió pasar una buena noche. Nos hospedamos en la suite Heliconia la cual es muy cómoda y amplia; lamentablemente tiene baja insonorización lo cual implica que hay que soportar los ruidos de la habitación contigua, entre ellos los gemidos de la señora que estaba ahí hospedada.

Las instalaciones son agradables pero el servicio desafortunadamente fue muy regular . La atención en el momento de la reserva fatal y en el lugar de igual manera , cero calidez en el trato. Con la comida nos fue bien en los platos fuertes , pero el pulpo y el atún de entrada no lo recomiendo. No volvería aunque nos gustó el lugar.

Los precios establecidos no corresponden a los servicios ofrecidos. No tienen personal suficiente, no se distingue la función de sus empleados. Las instalaciones se están deteriorando. No corresponde a un hotel boutique.

Creen ser 5 estrellas, cobran como 5 estrellas, pero no lo son. Les falta, y es un tema de liderazgo, porque los empleados hacen su mejor esfuerzo. Lo que se nota es que no hay un doliente por el servicio y la excelencia en ese hotel. Primero lo malo y áreas de mejora: Desde la entrada las cuentas no salen: a este hotel sólo se llega en carro, pero sólo hay espacio para estacionar 7 vehículos en la bahia de parqueo. De seguro tienen más de 14 habitaciones, así que los demás tuvimos que parquear a un ladito y bien pegados a una ladera inclinada que tienen en el hotel. Incómodo el tema. Siempre pensé que el siguiente auto que pasara por el lado iba a rayar mi carro. El paso es estrecho. Luego se entra al pequeño lobby para hacer check in, donde el piso está sucio o manchado o ambas cosas. Las sillas también. Ahí ya me empecé a preguntar "¿será que sí compré bien por Internet?" Pagamos un extra para que nos tuvieran la habitación lista antes de 12:00. Así fue, nos entregaron la suite antes de 11:00, sólo que se les olvidó hacerle aseo a los 2 baños. ¡Olían a orines, los sanitarios sucios y la papelera llena de pelos y de papel higiénico usado! Anexo fotos y video. Reportamos esto a la recepción y al rato alguien fue a hacer el aseo. Pero a nadie en el hotel le pareció eso el colmo, ni desagradable. No hubo excusas, nada de compensación, no. Todo normal para ellos. Pagamos por una cena romántica, donde se ofrece el mismo menú reducido del menú general del restaurante. Como obligan a escoger el "menú romántico" con días de anticipación a la llegada, se corre el riesgo de pedir al almuerzo lo MISMO que van a tener previamente preparado para la cena agendada días antes. Insisto que el menú es limitado. La experiencia durante la cena romántica fue otro fiasco. Las mesas estaban ubicadas en formato salón de clases y cada pareja estaba sentada uno al lado de otro en su mesa, como para recibir clases o ver algún concierto, que no hubo. Aún no sé para qué nos acomodaron así. La luz prendida a full. La selección musical más bien "adulto contemporáneo". Anexo fotos. Aburrida esa noche. Es clave que le hagan mantenimiento a las habitaciones. La nuestra tenía las hamacas reventadas o en proceso de hacerlo. Una lámpara de techo con un lado suelto, etc. Otro tema: en ningún lado sale el directorio para las extensiones del hotel. Tampoco para la clave del WiFi. La caja fuerte también viene bloqueada y sin instrucciones. Toca salir, caminar hasta la recepción y pedir toda esta información. Ya habiendo caminado hasta allá, pues ahí mismo pedimos el "room service". Ahora lo bueno: La habitación que escogimos era una de las suites más caras y bonitas. Es amplia y muy cómoda. La vista es espectacular a las colinas verdes. Mi esposa y yo hubiéramos preferido tener la cena en la suite y no es ese salón maluco. Si algún día volvemos, hacemos eso. Ese sería un plan de "retiro en pareja" chévere. PD: Olvidé en la suite mi cargador dual de iPhone co

Excelente atención, la habitacion es mas pequeña de lo que se ve en las fotos. Pero la atención de Fernanda y Wilfredo es excelente. La comida deliciosa. El propósito se logro: Descanso, tranquilidad solo el sonido de los pájaros. Para anotar le falta mantenimiento a las asoleadoras y a las puertas que dividen la alcoba del jardín y del baño.

Sitio paradisiaco, comida buena, Felipe un gran todero, de resto muy mal servicio. No hay protocolos de atención, las zonas húmedas están mal atendidas y mal mantenidas al igual que algunos muebles en las habitaciones y en la piscina. A nuestra llegada las camareras estaban almorzando en nuestra terraza, al día siguiente pedimos toallas para la piscina y fue todo un drama para que 90 minutos después lográramos tenerlas, pasando por tener toallas húmedas y mal olientes, toallas de cuerpo, camarera “soy nueva acá y no se nada” hasta que finalmente nos las entregaron. El personal está mal entrenado y no sé para que piden información sobre el motivo del viaje, no la usan para nada! No lo recomendaría en este momento.

El sitio es único. La naturaleza, las aves. Solo por eso vale la pena el hotel. Y los cuartos, preciosos El hotel tiene problemas serios pero eso podría mejorar: Recepción: a veces no hay nadie. 15 , 20, 30 minutos. Si algo tienen todos los hoteles del mundo desde el más modesto hasta el más lujoso es que siempre hay alguien atendiendo. Y el teléfono suena y suena Comida Es lo peor del hotel. El desayuno ofrece un menú muy limitado. Nada típico, ni tamales ni arepa ni nada por el estilo. El café es increíblemente malo. Es el horror. En el almuerzo, se salva el sancocho . Lo demás es mediocre. Se ve el ahorro por todo lado. Carne dura de mala calidad. Una cena navideña tal como se la pueden imaginar . Carne de cerdo reseca y un vino barato obtenido en alguna rebaja de ventas al por mayor.

Querido lector, si lo que busca es tranquilidad, buen servicio, amabilidad, comer bien, sentirse acogido y pasar un momento si preocupaciones, NO vaya a Casa Ambrosia. Aunque tenga jardines y áreas comunes bien entretenidos y la a**osfera sea apacible gracias a la naturaleza misma, la administración de Casa Ambrosia no tiene ni la menor pista de lo que es ofrecer un servicio de calidad humano, honesto y cálido. Lleno de comentarios pretenciosos, vanos y presuntuosos (Harry Potter y John Cena han dormido allí, fue el primer comentario que nos hizo el gerente) la administración y el hotel están muy lejos de ser lo que aparentan. La comunicación con el cliente es pobre y engañosa (por ejemplo, si usted quiere trasnochar, en Casa Ambrosia lo acogen, los fines de semana, con conciertos "chucu-chucu" a volumen estruendoso, desde las 7 hasta las 12 de la noche) contrario a la tranquilidad y calma comunicadas en la página. Ahora, aunque el personal hace su mejor esfuerzo, éste no está entrenado para llevar a cabo las actividades hoteleras con la competencia y la experticia requeridas (por ejemplo, la carta ofrece productos que no corresponden a lo que sirven en realidad, si usted quiere un risotto de quinoa, o una raclette, pues vaya a otro lado porque en Casa Ambrosia le cobrarán 35.000COP por una triste ensalada de quinoa, y 95.000COP por unas lonjas de queso crema sobre papas; a eso le llamamos "papas chorreadas" en Boyaca sumerce). He leído algunos de los comentarios y es cierto que: 1. la relación precio/servicio es de 10 a 0; 2. Las habitaciones tienden a ser mas pequeñas de lo que aparece en las fotos y se escucha a los vecinos roncar; 3. La comida es terrible (y ni se le ocurra llevar un Cocosette porque se lo confiscan en la entrada; 4. No aceptan niños (porque éstos impiden disfrutar de la paz y harmonia que solo le ofrecen un concierto "Chucu-Chucu"); 5. L velocidad no es su fuerte, tuvimos que pedir 3 veces que prendieran el sauna y el turco; 6. La cortesia no es el punto más fuerte de la administración, le dejarán hablando solo. Si ha usted leido hasta acá es porque está dudando aun en hosped**** allí, apreciado lector, no lo dude más, mejor ponga ese millón de pesos que cuesta la noche en Casa Ambrosia, en un hotel con menos habitaciones, donde el servicio sea apropiado a lo que usted está pagando y dónde la administración tenga más idea de lo que quieren decir, "nutrir el alma, y tener confort, elegancia, paz y calidad". Me detengo acá con expresión de desazón de lo contrario continuaría infinitamente hablando de todas las barrabasadas que me cayeron en Casa Ambrosia.