Laleh Yazd Hotel

ما در سفرمان به یزد به خانه گلشن که همان هتل لاله هست سر زدیم. از نظر تاریخی بسیار زیبا و دلنشین هست. فضایی سنتی پ حیاط های قدیمی واقعا حس قشنگی به آدم میده. مخصوصا وقتی داستان خانم گلشن صاحب این خونه رو شنیدیم وانمود خیلی جالب تر و زیباتر شد. حتما به این خانه زیبا سر بزنید. تمام پرسنل بسیار برخورد عالی رو داشتن

هتل بسیار شیک و در عین حال سنتی که به آدم احساس خوبی دست میده و آدم یاد زندگی با صفای قدیم میوفته کلا همه چیز عالی بود و من خیلی خیلی همه چیز و دوست داشتم و خوش گذشت و امیدوارم همیشه موفق باشین .

O hotel é em uma antiga construção no centro histórico de Yazd O quarto era amplo e confortável, o wi-fi funcionava bem e por incrível que pareça sem os bloqueios que geralmente há para sites ocidentais. Até o Whatsaapp funcionou. Bem localizado, dá para circular a pé pelas redondezas O café da manhã era simples, mas eficiente. Jantamos uma noite no hotel e a comida foi excelente (um dos melhores jantares no irã) Tivemos apenas um contratempo, no check-out esqueceram de nos devolver os passaportes (que no irã todo ficam na recepção durante sua estadia) Como não estamos acostumados, também não percebemos, e só conseguiram nos avisar quando já estávamos a mais de meia hora de distância, o que atrasou bastante nossa viagem. Fica a sugestão de incluir no check-list do check-out a devolução dos passaportes.

El hotel es una casona tradicional bonita, pero no está bien manejado en mi opinión. Hay muchos espacios que se ven sucios o medio abandonados, como por ejemplo un espejo de agua sin agua. En la noche la cosa mejora pues el patio principal se llena de gente y te ofrecen thé, así que cobra vida el espacio. El problema es que es un hotel muy grande, y en este momento hay poco turismo en Irán.

Cuando entras por un recibidor angosto no te esperas el palacete interior que se descubre acto seguido. Precioso y agradable patio interior en el que pudimos relajarnos en sus sofás, con el rumor de fondo del agua de una fresca fuente central, disfrutando de una taza de té disponible para todos los clientes de forma gratuita. La habitación triple que nos asignaron era muy amplia, limpia y luminosa. Todo un lujo. Éramos tres y teníamos una cama de matrimonio, una individual y otra individual más en una estancia anexa. El cuarto de baño tiene lo esencial, si bien la ducha está como encajonada y a los que somos altos nos costó un poco. No te pierdas su azotea, desde la que tendrás buenas vistas de la ciudad. Está a un paseo del centro. El personal muy amable y el desayuno muy correcto.