Hotel Convento Aracena & Spa

Muy buen hotel a pocos minutos andando del centro. Muy buen servicio y para el descanso habitación limpia cómoda y muy tranquila. El desayuno-buffet magnifico y con restaurante de gran calidad y perfectamente atendidos. Cuando volvamos por Aracena repetiremos.

Nos lo regalaron como regalo de boda y nos encantó. El spa es pequeño pero se está bien y el masaje también muy bien. Cenamos en el restaurante del hotel y estaba todo muy rico. El desayuno era tipo buffet y era muy completo. En general nos gustó mucho.

Aprovechamos para disfrutar de dos noches en el hotel durante el puente del día de Andalucia. No voy a hacer comentarios acerca de los aspectos históricos del edificio limitándome a los detalle prácticos. El hotel está en el corazón del pueblo, a los pies del castillo y a menos de 10 minutos andando a la Gruta de las Maravillas. Lo aconsejable es parar en la puerta para soltar el equipaje y luego rodear el edificio,para entrar al parking que está en la parte trasera. El parking es muy amplio, cubierto y no cobran tarifa adicional por su uso. Está incluido en el precio. El personal de recepción y de cafetería, muy amable y eficiente. Hay tres tipos de habitaciones. Las Standard que están casi todas rodeando el claustro. Como consejo hay que evitar las que están frente al parking porque en el interior hay un motor con ruido constante las 24 horas. Las siguientes que son las que elegimos, son las habitaciones que están en el antiguo coro que son más grandes y están todas en la planta baja y primera. Las habitaciones tienen todas las comodidades y si te gustan los detalles antiguos disfrutarás porque todas tiene elementos del antiguo convento. No existen productos de venta en el minibar. Solo dos botellines de agua y dos de zumo sin cargo. El cuarto de baño es amplio, con todos los amenities necesarios, con bañera y ducha. Eso si, la ducha solo la usamos una vez porque se salía el agua al no estar bien selladas las juntas. La cama, cómoda y enorme y el gran problema fue que en la zona de los baños el ruido nocturno era constante. No logramos identificar el origen pero creemos que procedía de los conducciones de agua de los calefactores de toallas. Si tienes el sueño ligero, no vas a poder dormir del todo bien. Nosotros reservamos la experiencia 5 jotas, que incluía 1 noche de hotel (pagamos una adicional), una cena “5 jotas” en el restaurante del hotel (del Restautante hablaré al final) Y una visita guiada a las bodegas de jamón 5 jotas, en la cercana población de Jabugo (20 minutos en coche) que nos encantó, no solo por la espectacularidad de las instalaciones sino también por la amabilidad y la profesionalidad del personal que te guiaba en la visita. La visita incluye degustación d jamón ibérico con vino de Xerez. Hicimos uso del spa, contratamos masaje de 25 minutos más una hora y media de circuito (50 € por persona), el masaje bien, muy relajante y el circuito bien, aunque el spa es pequeñito, pero la verdad es que pudimos disfrutarlo porque estábamos los dos solos. Tiene una pequeña piscina climatizada con jacuzzi y tres tipos de ducha-masaje, sauna, baño turco (estaba fuera de servicio) y tres tipos de duchas frías distintas. Además de tumbonas de piedra caliente y servicio de toallas, agua e infusiones. Obligatorio el gorro y las chanclas. El gorro te lo venden por dos euros. Lo peor del spa es que para llegar a él tienes que atravesar el claustro al aire libre y aún con el albornoz XXL (talla única para todos) en invierno hace frío. Lo peo

Como la ultima vez nos ha gustado mucho la estancia en el hotel.

El hotel, precioso, antiguo convento reconvertido en un 4**** excelente. Habitaciones muy agradables, con todas las comodidades. El spa, excelente. Restaurante con un menu variado, original, de 10. Cenamos en Nochebuena, producto y servicio super. Desayuno variado, abundante, un placer tomarlo en la terraza exterior, con librerías y libros auténticos (no de decoración). Y quizás lo mejor el equipo humano, amable, eficaz, resolviendo el más mínimo problema.