Volvíamos a este fantástico hotel después de unos años sin haber podido hacerlo y con el recuerdo de un hotel estupendo y he de reconocer que no nos ha defraudado. Las instalaciones siguen siendo espectaculares, perfectamente cuidadas, habitaciones amplias, perfectamente insonorizadas, con todo lo necesario para disfrutar de una estancia increíble. El SPA es excelente, con diferentes opciones de tratamientos y masajes, todo muy cuidado, constantemente revisado para que esté perfecto y limpio, merece la pena disfrutarlo. El desayuno es en una bonita terraza y con una calidad muy buena de todos los productos que ofrece, tanto en el buffet, como en la carta. Especial mención para todas las personas que trabajan en el buffet, siempre con una sonrisa, siempre!!! y especialmente Yolanda y Nerea, que hacen que te sientas muy especial, que grandes profesionales hay en este hotel. Las camas son cómodas,pero no excelentes, mejores las almohadas que la comodidad de la cama, muy buena también la calidad de la ropa de cama. La limpieza de habitaciones, comedor, zonas comunes, piscina, etc., son perfectas. Merece la pena ir a disfrutar de la playa en el beach club que, aunque ahora no tiene césped, sigue siendo un sitio muy agradable y en el que se pasan las horas disfrutando de la playa y sus instalaciones. La comida es buena a un precio correcto y todos los camareros, otra vez un 10, especialmente Yolanda que es un encanto, que suerte, o que buen trabajo por parte de los responsables. Tener personal tan bueno en un hotel, es parte de la diferencia entre un buen hotel y un hotel excelente, desde recepción, a limpieza, camareros, aparcacoches, todos, siempre, en cualquier momento, con unas sonrisas y una palabra amable, eso sí que es lujo para un cliente, sigan cuidándolos, son un tesoro del hotel. Por supuesto, si te gusta el golf es un destino que debes disfrutar. Deseando volver!
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