Es un buen hotel. Muy bien situado, a pocos metros de la Plaza Nayor. Buenas instalaciones, habitación grande. Magnífico desayuno. Pero… tiene peros importantes: 1) En la parte antigua de Cáceres no es fácil aparcar. Eso ya lo sabíamos. Por eso preguntamos si el hotel tenía parking. Nos dijeron que no pero que tenían acuerdo con un aparcamiento público que estaba al lado. Llegar al parking (unos 8-10 min andando) es un galimatías total. No es nada fácil ni con el GPS, que marca para el coche 1,6 km por calles estrechas y enrevesadas. Me perdí varias veces. A la vuelta tras dejar el coche tuve que “auxiliar” a otro conductor, cliente del mismo hotel, totalmente perdido por la misma razón. Todo eso hay que advertirlo. 2) La habitación (hermosa, aunque con un cuarto de baño en donde es imposible dejar nada) tiene una ventana que da a la parte baja de una calle. La ventana está tan alta que es imposible de abrir si no es con una escalera. Incluso en ese caso la cristalera exterior no se abre. Conclusión: esa habitación NO SE VENTILA. Lo cual es una guarrada. No sé cómo puede tener autorización de habitabilidad. Por supuesto, se puede ventilar con la puerta… que da a un pasillo interior. Creo que no es admisible en ningún lado, pero mucho menos en un hotel de 4*. Y creo que deberían advertirlo. 3) Quisimos reservar una mesa en la cafetería para cenar. Imposible. Nos dijeron que no lo hacen. Estaba lleno de clientes que no eran del hotel. En esa cafetería los clientes del hotel no disponen de ninguna ventaja frente a quienes no lo son. Por cierto, pedimos sopa de ajo y nos sacaron una crema. Debe ser la nueva cocina. Los otros platos, bien. Toto esto desdice mucho del resto de características, muy buenas, del hotel.
Translate