Guest User
February 24, 2024
Este pequeño hotel está en la segunda planta del denominado Palazzo Ridolfi, en Florencia. La localización es inmejorable: a 200 metros de Ponte Santa Trinita o del Ponte Vecchio, pero del lado del río contrario a la zona super turística, te permite acceder a ella facilmente. Pero en esta zona se encuentran restaurantes y plazas con un ambiente menos masificado si quieres alejarte un poco del tremendo bullicio de la zona cero. Para nosotros era el equilibrio perfecto. Está en zona de tráfico restringido, pero si llegas en coche, lo dejas en la puerta y pasan a retirarlo a un garaje adecuado. Cada vez que lo necesites, avisas y en 10 minutos lo tienes en la puerta otra vez a tu disposición. El hotel es encantador, sin grandes salones. No creo que haya mucho más de 10 habitaciones y el personal es extremadamente atento. Hasta cariñoso, diría yo. Con todo esto, al regresar por las noches tenías la sensación de volver a un hogar. No puedo opinar del desayuno (de aspecto y ambiente perfecto), porque no somos de desayunar mucho y el café lo tomamos siempre en la calle buscando cafeterías cercanas.
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