Magnífica experiencia con este hotel. Comenzando por la comodidad de las habitaciones en un edificio histórico (cama buena y cuarto de baño con una buena ducha y servicios completos). Los salones y dependencias son muy confortables y bien decorados. Buen servicio de limpieza en general. Tranquilidad en general. El desayuno bueno , aunque aún se servía con medidas de pandemia en la mesa, sin buffet libre. El personal es muy servicial y amable, y tiene una buena relación calidad-precio. Está situado en el centro pero no en el primer círculo monumental. Recomendable especialmente por su relación calidad precio. Hay hoteles históricos preciosos en plena zona monumental, pero hay que pagar mucho más.
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