No podemos entender las reseñas buenas para ese hotel. Se supone que es un 4 estrella, además de una cadena de nombre. Desgraciadamente no hemos sentido que se merezca el hotel las 4 estrellas, parece ser muy antiguo todo y todo hecho con muy poco cariño y detalle. Nos han dado una habitación muy antigua, la puerta del balcón no cerraba, las cortinas (antes de nosotros pedir que se arreglen) no cerraban y no tapaban la luz que entra por las mañanas. El baño muy antiguo, con una ducha donde no sale nada de agua por falta de presión. Cuando fuimos a pedir que se arregle las cortinas y ya preguntábamos un cambio de habitación, nos decía el recepcionista que antes se debería intentar arreglar y no cambiar la habitación. Cuando un día después otra vez nos quejábamos de la habitación y pedimos otra habitación, el mismo recepcionista nos decía “ah pues mañana ya salen, haber pedido la otra habitación nada más que llegar”. Esa qué manera es de tratar a clientes? Cuando nos ofrecieron por fin una habitación moderna en otra planta, esta habitación (que se supone que era la misma categoría) no tenía casi vista al mar y en vez de una cama doble dos camas juntadas, así que no hicimos el cambio de habitación. Cuando fuimos al spa para pedir cita para un masaje (a las 16:00), la empleada no la vimos muy motivada y en vez de dar una cita, nos decía de volver otro día. En general, parece que el personal tiene muy poca motivación para hacer su trabajo y que los clientes se sienten muy mal tratados, la única excepción era el señor del mantenimiento y la señora Silvia del Buffet del desayuno. Único punto positivo del hotel es que es muy tranquilo y el desayuno muy rico con muchísima variedad. Nosotros no volveremos ni a este ni a otro hotel Barceló.
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