Es un hotel bien decorado eso sí , el resto es normalito rozando lo mediocre . Las habitaciones son bonitas si uno no se fija mucho en detalles como algunas manchas en la moqueta, el embellecedor del pomo de ducha en el suelo el primer día o que la puerta del baño sin ventilación se abre a un palmo de la cama … un día vinieron a limpiar la habitación a las 18h y no reponían todas las toallas. El desayuno ,aunque los productos son de buena calidad es más bien justito , a parte de un día no habia nadie para atenderte, no había platos para servirse, ni mantequilla, ni aceite , ni bollería… sé que las cosas hay que reponerlas y tenemos quz ser pacientes pero creo que para el servicio del desayuno falta personal , un señor vacío el mismo la maquina de café porque estaba llena y nadie se fijaba … detalles aue no deberían tener un hotel de esta categoría. El único ascensor es extremadamente lento y pequeño. Lo peor fue el trato recibido por las gerentes (Hotel Manager ) por una incidencia que tuvimos (si bien es verdad que manchamos la ropa de cama aunque fue por accidente ) nos cobraron 500 Libras a modo de castigo y se negaron a dialogar y a escucharnos . Actuaron con muy mala fé y no hubo manera de llegar a ningun tipo de acuerdo . A pesar de todo este mal rato quiero agradecer y recalcar que las personas en recepción son muy amables y atentas , Irene es encantadora. Y a pesar de la excelente ubicación no volveriamos a este hotel jamás ! Londres esta llena de hoteles mejores o al menos no peores !
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