CH Otello Rooms I - Madrid

小是了點，但是位置還是很不錯的。

小但是很舒服

Las instalaciones están en muy mal estado, las persianas no funcionan entraba demasiada luz, él váter no tenia agua tuvimos que pedir lo reparen, la ducha no drenaba él agua era horrible duch**** y nunca la repararon y mucho ruido en los pasillos gente gritando hablando y haciendo mal ambiente. Tiraban las puertas.Fatal todo. me sentí estafado.

El trato recibido por el chico de recepción fue estupendo. La ubicación sensacional, a 3 minutos andando de Callao. El acceso al hotel muy bien también, todo bastante automatizado (timbre directo a recepción, tarjetas con apertura automática, ascensor...). La habitación muy bien, todo reformado (el baño quizás se veía un poco peor, pero estaba bien). Acogedora, aspecto moderno, cama amplia y cómoda, armario con bastante espacio, televisión grande con servicios de streaming (Netflix...), nevera, WiFi gratis, secador en el baño... Muy completa. *Nos ofrecieron servicio de recogida de equipaje GRATIS tanto a la llegada (antes del Check-in) como a la salida, para poder aprovechar el día sin tener que ir con maletas. Parece una tontería pero no todos los alojamientos lo ofrecen y es algo de gran utilidad.* Nos salió la noche por poco más de 50€, muy buen precio.

Cogimos dos habitaciones. La primera era interior. Correcta. La segunda daba a la calle. No se podía abrir la ventana con lo que no se puede ventilar. Imaginad el ambiente de la habitación. La puerta estaba justo al lado de la puerta de entrada, toda la noche portazos de gente que entraba y salía. Por no hablar de la calle, gente gritando y se escucha todo porque la ventana queda como un cm abierta. No he dormido en toda la noche. 1 persona se duchó con agua caliente y el resto con agua fría. Es barato pero no volvería la verdad. Bastante sucio y dejado

El peor servicio que jamás he tenido, tanto en recepción, por llamarlo de alguna manera, como con administración. Totalmente inoperante e ineptos con las gestiones. El establecimiento está en muy buena zona pero no tiene parquin propio, es otra empresa y resulta caro. Tuve que esperar casi media hora hasta que me abrieron. No pude ubicarme, había que subir una tercera planta y con mi maleta, bastante pesada era preferible el elevador, casi muero de terror al ver el elevador, estrecho viejo e inestable. La recepción estrecha y con un chico que atiene que apenas habla. Las habitaciones estrechas y con mucho ruido, demasiado. No volveré y no lo recomiendo.

Y nunca mejor dicho. Hicimos nuestra reserva el 13 de agosto para el puente de octubre, de la cual recibí dos mails de confirmación. Cuando nos presentamos en la recepción (por llamarla de alguna manera, ya que se trata de un ventanuco cutre) sobre las 17:30 con nuestros hijos pequeños, el chico, escaso en palabras, nos dice que la reserva ha sido anulada y que me la debieron de notificar por correo electrónico. Le digo que no, que no he recibido ni correo ni llamada anulando la reserva (obviamente no nos hubiésemos presentado allí con los dos peques) e insiste en que sí. Reviso mi correo y no hay nada y le digo al chico que busque el correo que me enviaron, con la casualidad de que no lo encuentra. Le decimos que nos tiene que dar otra habitación y nos contesta que es imposible porque lo tienen todo lleno. Queremos una solución y le pedimos que llame al jefe para que venga, pero el jefe no está allí. Lo llama por teléfono y le dice que no puede hacer nada y cuelga. Le pedimos el teléfono del jefe y resulta que no puede dárnoslo, le decimos que lo vuelva a llamar él y nos lo pase, tampoco. Ya ni siquiera coge el teléfono. Es tan IMPRESENTABLE que ni siquiera da la cara y le deja el marrón al chico de la recepción, bastante espeso por cierto, que ya no sabía ni donde meterse. La única opción era pedir el libro de reclamaciones y marcharnos de allí. Después de esto, estuvimos intentando reservar para esa noche en cualquier otro sitio, pero ya era imposible, a esa hora (sobre las 20:00 h.) estaba todo completo y lo poco que había era carísimo. Por tanto, cogimos el coche y volvimos a casa, a 400 kms. Y suerte que fuimos el coche, porque si cogemos un vuelo no sé qué hubiésemos hecho...