Lo más bonito del hotel es la actividad de la fogata a las 7pm. te dan marshmellows y bebida caliente. Tienen kayacs para remar por la bahía y se puede ver a los flamencos de muy cerca. Los cuartos son muy cómodos, tienen un cuarto principal con cama matrimonial y luego una salita con un sofá cama donde entra un adulto o dos niños pequeños. Todos los cuartos tienen un balcón y una vista muy linda. TV en ambos ambientes, kitchenet con microhondas, las camas son muy comodas para dormir. El personal del hotel es atento y servicial, tienen toda la buena voluntad de dar un buen servicio pero no es eficiente. El servicio es lento y desorganizado. Ejemplos y detalles que van sumando: se acabaron las galletas de cortesía en el check in (le dieron a una parte del grupo y a la otra no), mi pedido de almuerzo jamás llegó a la piscina, cuando indague ni siquiera existía la comanda, nos ofrecieron muy amablemente agua con un chorrito de limón (super proactivo y servicial el mozo) el agua llegó tarde y el jugo de limón llego 20 minutos después. El servicio de restaurante super desorganizado, mozos apurados por dejar todo listo en la mesa del buffet del desayuno del día siguiente mientras nosotros seguíamos comiendo (estuvimos desde las 8pm y se demoraron en prepararnos la mesa y sentarnos), el pan de la cena frio y pasado. Detalles en los ambientes del hotel. Las cartas del restaurante principal estaban viejas y desgastadas, las puertas del baño del lobby parchadas con masking tape, el baño de la piscina siempre con el carrito de limpieza estacionado en mitad del corredor. Mi conclusión es que en precio/calidad van bastante por debajo de un buen puntaje.
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