En 2015 ya nos habíamos alojado en este hotel, ahora en 2024 volvimos por la conveniencia del precio. La habitación estaba bien, nos dieron una mas grande que la de la vez anterior, cama muy cómoda, buen colchón, buenas almohadas. Hacia calor en Roma, el aire acondicionado central funciono perfectamente. El baño estuvo correcto, la bañera un poco resbalosa, con lo cual le tuve que agregar una alfombra antideslizante. El mobiliario un poco antiguo, pero es todo el hotel así. Lo importante es que esta bien ubicado, a la vuelta del Castel Sant'Angelo, a 10 minutos caminando de Piazza Spagna. Los recepcionistas muy amables y cordiales, ese recuerdo lo teníamos del 2015, con lo cual el servicio se mantuvo. El desayuno fue muy básico, con muy poca variedad, con tostadoras viejas (se me quedo pegado un pan y se trabo en la tostadora), y las chicas de la cocina se enojaron conmigo, como si lo hubiera hecho a propósito. Casi sin frutas y el café no era muy bueno. Recuerdo que en 2015 el desayuno había estado mucho mejor. En ese aspecto deberían mejorar. El salón para desayunar también necesitaría una renovación, lavada de cara o por lo menos agregar unas plantas para que sea mas agradable. El hotel cumplió por la relacion calidad/precio.
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