Es un espacio reciclado de una vieja construcción que conserva su estilo, acogedor y cálido con todas las comodidades. Rico desayuno, con café, leche, yogurt, dulces, manteca, queso untable, biscochos, brioches, etc (para salir con energías a recorre Roma). Nuestro departamento tenía salida directamente a la calle, por el N° 32. El barrio es hermoso, calles de adoquines, casi sin circulación de automóviles, muchos lugares lindos para saborear la comida Romana y beber sus ricos vinos, cervezas y tragos. Por la noche la movida de jóvenes es intensa y pintoresca. Con el personal nunca nos vimos la cara, pero nos comunicamos por whats app sin inconvenientes, fueron muy atentos. Algo para mejorar, una sabana desgastada por el uso. La hubieran cambiado de haberles dicho a tiempo, lo hice la noche anterior a partir. Recomiendo este lugar
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