La Ballena Azul Hotel

Bonjour l’hotel a perdu son charme sa porte avant qui donnait sur la plage as ete fermer pour des commerces le sites a droite pour ces dejeuner a ete transformer en une epicerie alimentaire en fait plus de dejeuner meme pas de toilette en attendant ma chambre et l’hotel n’as toujours pas d’eau chaude toutefois les chambres sont encore tres bien pour le prix et taganga reste pour moi un endroit plaisant a voir et sejourner !!!

El hotel el agua es muy poca al momento de uno duch****, adicional a eso a todos mis amigos que se encontraban en las otras habitaciones les sacaron dinero de sus billeteras, todos ls días que ingresaban a realizar el aseo se perdían 50.000 pesos no es un hotel seguro para dejar las pertenencias.

La atención en el hotel estuvo bien pero en general en Taganga hay mucho desorden, y en hostales no ofrecen buena información, parece que no quisieran turistas, falta que algún gobernante ponga orden en la playa, motos, carros, y lanchas, el espacio publico terrible, lástima porque de ahí se parte a muchos lugares hermosos.

En una sola semana tres veces llegó al hotel ambulancia para llev**** a clientes del hotel por intoxicación, y no es de extrañar cuando el cocinero saca un pescado del congelador y vuelve a congelar por más de 5 veces ( según el es normal) y su propietaria una tal Margarita que presume de Chef de cordón blue lo permite, aun que con toda la ********* que se fuma lo debe de ver todo bonito y de colorines. Hotel con unas paredes junto al cementerio ( procuren no les den esas, por las vistas) aun que las que dan al mar son aun peor pues en las noches la rumba, música y gritos ayudados de una pésima insonorización aran imposible su descanso, en unas Suites con jacuzzi que por supuesto no funcionan, hotel carísimo en el que los escorpiones pasean de noche por las habitaciones, y un pésimo servicio de atención al cliente que harán de su estancia, en esta paradisíaca Taganga un infierno. Junto a la parada de taxis y rotonda central del pueblo en la puerta de entrada, su ruido es interminable de dia y de noche, y los precios de su restaurante 4 veces más caro que, cualquier otro de los muchos restaurantes de alrededor atendidos por nativos que se desvíen en atenciones y ofrecen pescado fresco real. En definitiva, el peor lugar donde aloj**** o comer algo no sólo de Taganga si no de toda Colombia, incluso el desayuno es pésimo, con jugó de naranja rebajado con agua, y un plato de fruta cortada horas antes en el que, las moscas son su mejor decoración.