Finca Can Beneit

Quelle expérience délicieuse… les mots se bousculent… je voudrais ne rien rater … d’abord le lieu bien sur … un havre de paix, luxe et bonheur dans un cadre de verdure comme dans les films! La région est sublime, la Finca est une demeure raffinée et paisible. Loin de la ville, du stress et du monde. On est dans un cocon de bien être et tout le personnel de l’hôtel est absolument aux petits soins… sourires, attentions permanentes, conseils… et en toute simplicité pour se sentir comme à la maison. Le restaurant Mirabona est exquis, les vins aussi très bien choisis, le petit déjeuner inclus dans la chambre est une expérience incroyable… un rêve de détente que nous aimerions revivre l’an prochain. Prêt de vélos, sauna dans le jardin, piscine divine, mention particulière à Lenka, Lucas, Esteban et Ricardo 💓 (désolée j’ai oublié les prénoms de deux autres personnes dont la super sommelière) Adios amigos, perfect moments thank you! Gilles & Myriam

Wirklich tolles Agroturismo nahe den Bergen. Das historische Gehöft mit den alten Olivenpressen, den tollen Gärten und Terrassen und dem atemberaubenden Ausblick ist wirklich empfehlenswert. Die Zimmer sind top modern und stilvoll eingerichtet und überall wird auf die Details geachtet. Einfach zum wohlfühlen. Aber noch herausragender ist das Team. Immer maximal aufmerksam, gut gelaunt, stets mit dem ein oder anderen Tip zur Tagesgestaltung und unfassbar freundlich und liebenswert. Dazu eine tolle Kulinarik auf sehr hohem Niveau aus regionalen Produkten (Auch wenn ich mir da abunduzu Abends etwas einfacheres, ländlicheres gewünscht hätte) Fazit: Einfach ein toler Ort zum wohlfühlen.

Я очень люблю отдых на Майорке, и бывала в очень классных отелях, но этот превзошёл мои ожидания. Находится он вдали шума и стресса. Вид на безумные горы. Просыпаешься от колокольчиков овечек. Там всего 10 номеров, ощущение, что ты одна. Очень вкусная и разнообразная еда и вина :-). Занятия йоги. Персонал очень заботливый. Очень рекомендую и обязательно вернусь зимой.

Acabamos de pasar un fin de semana en la Finca Ca'n Beneït, finca de la que no teníamos ninguna referencia a pesar de residir en Mallorca. La sorpresa ha sido mayúscula al descubrir un agroturismo lleno de encanto, detalles, trato exquisito y excelente comida. La finca es preciosa, muy bien conservada con unos jardines cuidadísimos y un huerto estupendo. A los pies de la Tramontana, ya el entorno es maravilloso de por sí. Nuestra habitación no era una suite y aún así era amplísima, con una cama mallorquina torneada comodísima. Mil detalles en la habitación, desde todo tipo de jabones y leches corporales de una marca francesa de magnífica calidad, toallas de algodón egipcio, bolsa para bajar a la piscina, albornoces y zapatillas de la misma marca de algodón, el detalle de poner a disposición del húesped un cargador de móvil, diversos enchufes o un kit sanitario por si has olvidado gel hidroalcohólico o la mascarilla. Pueden parecer cosas sin importancia, pero para mí son detalles que demuestran una atención al cliente excelente. En cuanto a la comida me ha parecido exquisita, una carta muy correcta y propuestas fuera de carta diarias. Productos de temporada hasta el punto de ver al cocinero coger cerezas o calabacines directamente del huerto. Y más detalles, manteles de hilo, tazas de porcelana española, ramas de olivo y lavanda en las mesas en definitiva, detalles cuidados y exquisitos. Si a esto le añadimos algo tan importante como es un servicio excelente de todo el personal, recepción, camareros, cocinero jefe y camareras de piso no puedo por más que recomendar el establecimiento. En los tiempos que corren, con las dificultades a las que se enfrentan el sector hotelero y el sector de la restauración un trabajo tan cuidado, con una apuesta tan fuerte por la calidad y la excelencia como hacen en Can Beneït deseo que se traduzca en mucho éxito este verano y en los meses venideros. El trabajo que realizan lo merece. Así pues, mucha suerte y éxito. En nuestro caso, repetiremos con total seguridad. Hasta pronto.

Desde el primer momento que pusimos un pie en la Finca empezamos a respirar la calma que desprende. El personal es encantador, la comida es excepcional, la piscina y el spa son de sobresaliente y la habitación con vistas a la Sierra de Tramuntana era inmejorable. Vale mucho la pena descubrir esta Finca antigua perdida en medio de la sierra, tiene un pequeño monasterio por el cual se accede a través de un encantador patio. Sin duda y a pesar de las calidades y el cariño que le han puesto, lo que más me impresionó fue la calurosa bienvenida de Joana y la súper atención del propietario Toni. Vamos a volver seguro, mil gracias! Por cierto, como recomendación, el restaurante es IMPRESIONANTE y la variedad de vinos es genial. GRACIAS!