Las instalaciones del Parador son normalitas, nada que otros hoteles de la zona no tengan por menos precio. Por otro lado, se promocionan como Parador pet-friendly, pero no te equivoques, de friendly no tiene nada. Aunque te mandan las condiciones en cuanto dices que vas con perro y sabes qué te vas a encontrar, no esperas que la realidad sea tan cruda. El animal se puede alojar por el "módico" precio de 25€ más un depósito. Cuando llegas, en la habitación tienes una cama grande para el peludo y un cuenco en el que al nuestro no le cabe ni el hocico, por lo que más te vale traer el tuyo de casa (nosotros lo hacíamos por si acaso). Nota: el nuestro es un perro de 22kg, pero el cuenco está pensado para perros minis que no llegan al kg. Hubo una temporada que parece que ponían algo de comida húmeda, pero a nosotros no nos ha tocado. Si quieres hacer cualquier cosa dentro del parador, tendrás que dejar a tu amigo en la habitación, porque no está admitido en ninguna zona interior (salvo habitaciones y recepción). En caso de que quieras comer o desayunar con él, tienes tres opciones: o la terraza, pagar el suplemento por comer en la habitación (5€ adicionales por persona por un desayuno que ya está incluido) o irte a otro lado. Si optas por la opción de la terraza, has de saber que no tienen estufas para calentarte, por lo que si hace frío (3 grados dan estos días a la hora del desayuno), has de pasar por el aro del suplemento. La atención del personal, eso sí, buena. Ellos no tienen la culpa de la normativa. En resumen, ¿pet friendly? No, solo admiten mascotas.
Translate