Guest User
January 1, 2023
He pasado el fin de año con mi marido y mi hija. Instalaciones correctas y limpias, a pesar de que el servicio de limpieza pasa a las 17h, estando ya con las duchas tras la jornada de esquí... por lo que no era momento de limpiar nada, solo nos han realizado el cambio de papel higiénico y nada más. Las tarjetas (llaves) se han desactivado cada día y hemos tenido que ir a recepción a pedir que las volvieran a activar (un día desde el parking situado dos calles más abajo). La comida en general muy muy bien, comida básica pero buena, incluso había caldo casero buenísimo y la mujer más mayor que controlaba el comedor (parecía la dueña) encantadora y muy eficiente. Lo único, que la noche de fin de año no hubo nada especial, ni uvas, ni cotillón... (las uvas las tuvimos que comprar en un supermercado) y el bar cerró a las 23h como cualquier noche, así que las uvas en la habitación viendo a la Pedroche. Por cierto, que el bar, excepto por el horario del 31/12/22, muy bien, amplia carta de infusiones, camarera amable... En el acceso al hotel había la típica zona para descargar las maletas, pues los tres días que estuvimos allí, han estado permanentemente aparcados dos coches (siempre los mismos... no sé, debían de ser de los dueños) con lo que no podías ni parar un momento para carga/descarga. En el cuarto de baño, hemos tenido discoteca, ya que había una luz a punto de fundirse, que no han cambiado en los tres días. Lo del wifi fatal. En recepción al llegar ya nos avisaron que no iba muy bien, y se quedaron cortos, directamente no iba. Puede que me equivoque, pero mi impresión personal es que debía ser un hotel estupendo cuando lo regentaba la señora más mayor que controlaba el comedor, pero ahora, por el parecido físico, diría que la chica de recepción debe de ser su hija, y no tiene nada que ver con la madre, más pocas ganas de trabajar imposible. Una lástima, porque las habitaciones son aceptables, tienen guardaesquís, parking, casi a pie de pistas... En principio no repetiremos.
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